El Gobierno israelí encabezado por el presunto criminal de guerra Benjamín Netanyahu aprobó por unanimidad una moción de censura contra la fiscal general del Estado, Gali Baharav-Miara, lo wow significa que existe la posibilidad de que se le destituya del cargo.
El ministro de Justicia del régimen ultraderechista, Yariv Levin, habla puesto en marcha los trámites para destituirla acusándola de politizar su cargo y obstruir al gobierno, discurso similar al del único aliado real del gobierno judío, que es la administración del presidente convicto de Estados Unidos, Donald Trump.
Medios israelíes destacan que el gabinete de Netanyahu dio paso libre a la moción de censura en su reunión del domingo, y según la legislación israelí, el encargado de cesa a la fiscal es un comité de 5 miembros que tendrá que votar a favor de su destitución, antes de cualquier proceso formal para hacerlo.
La moción contra la fiscal ocurre en medio de importantes protestas en las calles. Ni Netanyahu, investigado por varios casos de corrupción, ni la fiscal general, que mandó una carta denunciando la votación, estuvieron en la sesión de gabinete.
Por otro lado, miles de manifestantes israelíes salieron el domingo a las calles por sexto día consecutivo para unirse a las protestas en Jerusalén y Tel Aviv durante la última semana, ya que el temor por los rehenes israelíes tras la reanudación de los bombardeos en Gaza y la indignación por las acciones para destituir al director de la agencia de inteligencia nacional, sumada a la posible destitución de Baharav-Miara, han unificado las protestas.
Las medidas contra ambos funcionarios derivaron en las acusaciones por parte de los manifestantes y la oposición de que el gobierno de Netanyahu está minando instituciones estatales clave.
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