Han pasado justo 100 años de este acontecimiento…en su tiempo fue de enorme impacto para la opinión pública en México e incluso en Estados Unidos. Se le recuerda al protagonista central como uno de los caudillos de la revolución más queridos por el pueblo.
Uno fue Emiliano Zapata en el sur…el otro, a quien recordamos este 20 de julio: Francisco Villa, el Centauro del Norte…Una muy breve semblanza para recordar a uno de los iconos del movimiento revolucionario en México.
Un día como hoy 20 pero de 1923 murió en una emboscada en Hidalgo del Parral, Chihuahua, José Doroteo Arango Arámbula, mejor conocido como Francisco Villa o el hipocorístico de éste, Pancho Villa, quien había nacido en Durango el 5 de junio de 1878.
Fue un campesino pobre que se quedó huérfano desde pequeño y por su escasa formación escolar cuando estalló la Revolución de 1910 ya llevaba varios años fugitivo en las montañas por haber asesinado a uno de los propietarios de la hacienda donde trabajaba.
Enseguida Villa se unió a Madero en su lucha contra la dictadura de Porfirio Díaz, y demostró una habilidad innata para la guerra y aprovechando su conocimiento del terreno y de los campesinos, formó su propio ejército en el norte de México, con el cual contribuyó al triunfo del movimiento revolucionario.
En 1912 fue encarcelado, al sospechar el general Victoriano Huerta que estaba implicado en la rebelión de Orozco en defensa de las aspiraciones sociales del campesinado, que Madero había postergado, pero logró escapar a los Estados Unidos y, tras el asesinato de Madero, regresó a México y formó un nuevo ejército revolucionario, la llamada División del Norte en 1913.
Fue también comandante de la División del Norte y caudillo del estado de Chihuahua, el cual, dado su tamaño, riqueza mineral, y también la proximidad a los Estados Unidos, le proporcionó cuantiosos recursos, hasta de tipo político que lo llevo a ser gobernador provisional de esa entidad en 1913 y 1914.
En plena Revolución Mexicana Villa y sus seguidores, conocidos como villistas, se apoderaron de las tierras de los hacendados para distribuirlas a los campesinos y soldados, además de que se apoderó de trenes.
El dominio de Villa al norte de México se rompió en 1915, a través de una serie de derrotas que sufrió en Celaya y Agua Prieta en manos de Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles
Conocido también como el Centauro del Norte, fue uno de los líderes de la revolución mexicana, cuya actuación militar fue decisiva para la derrota del régimen del entonces presidente Victoriano Huerta.
En 1912 fue encarcelado, al sospechar el general Victoriano Huerta que estaba implicado en la rebelión de Orozco en defensa de las aspiraciones sociales del campesinado, que Madero había postergado. Consiguió escapar a los Estados Unidos y, tras el asesinato de Madero, regresó a México y formó un nuevo ejército revolucionario, la División del Norte en 1913.
Con ella apoyó la lucha de Venustiano Carranza y Emiliano Zapata contra Huerta, que se había erigido en dictador. Juntos le derrocaron en 1914; pero después de la victoria de esta segunda revolución, Villa y Zapata se sintieron defraudados por Carranza, y volvieron a tomar las armas, ahora contra él. Esta vez la suerte militar no estuvo de su parte: Álvaro Obregón derrotó a los villistas y Carranza se consolidó en el poder, logrando el reconocimiento oficial de su gobierno por los Estados Unidos.
Villa no reconoció a Carranza y retomó las armas…buscó el apoyo de los Estados Unidos, pero al no obtenerlo invadió la población norteamericana de Columbus, donde cometió una serie de desmanes, provocando con ello la persecución por parte del ejército norteamericano, aunque nunca lo pudieron atrapar. La expedición punitiva del general Pershing fue un fracaso y Pancho Villa pasó a la historia por ser el único en atacar territorio estadounidense.
Al caer Venustiano Carranza en 1920, el nuevo presidente Adolfo de la Huerta le ofreció una amnistía y un rancho en Chihuahua por sus servicios a la Revolución, a cambio de cesar sus actividades y retirarse de la política, lo que Villa aceptó y trabajó la tierra al lado de muchos de sus compañeros de armas a quienes dio empleo en el rancho.
Sin embargo, 3 años después murió asesinado por unos pistoleros al ando de un tal Jesús Salas, en una celada que le tendió el gobierno bajo la presidencia de Álvaro Obregón.
Sin embargo ya ni muerto lo dejaron descansar ya que decapitaron su cadáver, mediante una profanación de su tumba, además de que le hicieron necrofilia, con sujetos y matones pagados por el llamado entonces rey de la prensa norteamericana, Hearst, quien pagó cinco mil dólares por la cabeza de Villa, la que poco después exhibió como un trofeo.
Sí, uno de los 2 líderes populares del pueblo de México en la lucha armada: Pancho Villa, a un siglo de su muerte…
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