Un grande de la canción mexicana: el "rey del falsete", Miguel Aceves Mejía, a 18 años de su muerte

Miguel Aceves Mejía fue un intérprete, actor y autor de canciones vernáculas mexicanas. Conocido como  “el rey del falsete”, es considerado, junto a Jorge Negrete, Pedro Infante, Javier Solís, Luis Aguilar y Antonio Aguilar, uno de los pilares de la canción tradicional mexicana.

Nació el 15 de noviembre de 1915 en Chihuahua, y desde niño trabajó como bolero, vendiendo periódicos y como mecánico. En su adolescencia, a pesar de ser tartamudo, descubrió su facilidad para el canto y sus primeras presentaciones fueron en su ciudad natal. Viaja a Monterrey y posteriormente a Los Ángeles, donde en 1938 grabó su primer disco, con el trío “Los Porteños”. A pesar del éxito que tenía en Los Ángeles, le dice a sus compañeros que su sueño es regresar a ciudad de México, pero el trío decide seguir por su cuenta.

Viajó al Distrito Federal donde luchó por entrar a la XEW hasta que recibe una oportunidad de oírlo cantar una ranchera; sin embargo, le dicen que este género no tiene muchos seguidores, por lo que se adentra en el canto de bolero. Logra tener su propio programa en W, y por los años 40 inicia como intérprete de temas rancheros. Su talento y estilo interpretativo le abrieron las puertas del éxito y muestra de ello fueron las más de 2000 canciones que grabó, lo que lo consagró como el “Rey del Falsete”.

Su popularidad y carisma lo llevaron a incursionar en el cine y realizar más de 60 películas. En un principio, Aceves Mejía sólo aparecía como cantante e incluso doblando la voz de José Pulido en “De pecado en pecado” (1947). Después de su intervención en diez cintas, debuta estelarmente en 1954 en la película “A los cuatro vientos”, al lado de Rosita Quintana.

Fue tal la aceptación de ambos como pareja, que los productores decidieron reunirlos en otras películas como: “Que seas feliz” (1956), “Mi niño, mi caballo y yo” (1958), “¿Dónde estás corazón?” y “Paloma brava”, estas últimas filmadas en 1960. Una de sus películas más importantes fue “Música de siempre” (1956), una de las producciones más ambiciosas de la época, al reunir al “Rey del Falsete” con figuras de la música como Riz Ortolani, Katina Ranieri, Amalia Rodríguez, Ima Zumac y Edith Piaf.

La popularidad que alcanzó con sus discos y sus películas lo llevó al extranjero y en Argentina, donde logró gran aceptación en películas como “Qué me toquen las golondrinas” (1956), “Amor se dice cantando” (1957) y “¡Viva quien sabe querer!” (1959).

Aceves Mejía es recordado sobre todo como un gran cantante. Grabó más de 1600 canciones de todos los géneros folclóricos mexicanos, acompañado en ocasiones del Mariachi Vargas de Tecalitlán.

Entre las melodías más populares que interpretó están “El pastor”, “La malagueña”, “Yo tenía un chorro de voz”, “La embarcación” y “Oh, gran dios”. También incursionó en otros géneros como el tango, en el que en 1968 grabó con Lucio Milena un disco llamado “Tangos en bolero a la manera de Miguel Aceves Mejía”.

Falleció a los 90 años, víctima de una neumonía el 6 de noviembre de 2006, y recibió un homenaje, de cuerpo presente, en el Palacio de Bellas Artes hasta su entierro el 8 de noviembre de 2006, en el Panteón Jardín de la Ciudad de México.