El expresidente de Estados Unidos Donald Trump debe tener algún temor sobre lo que pueda decir quien fuese su vicepresidente, el republicano Mike Pence, sobre el intento de toma del Capitolio por parte de sus simpatizantes el 6 de enero de 2021, y por ello, ha presentado un recurso para impedirlo.
Pence deba testificar ante un gran jurado que investiga el asalto a la sede del poder legislativo de Estados Unidos, y los abogados del expresidente apelaron la decisión de un juez federal en Washington que ordenó hace 15 días que Pence rinda testimonio sobre los intentos de Trump para anular los resultados de las elecciones de 2020, argumentando un fraude que nunca pudo probar.
La intervención de Trump para intentar bloquear el testimonio de Pence una semana después de que el expresidente fuera imputado con 34 cargos en Nueva York por falsificación de registros mercantiles.
Los abogados del exvicepresidente señalaron que no apelarán la decisión del juez de que declare sobre su actuación el día en que el Capitolio fue atacado por seguidores de Trump, cuando el congreso certificaba la victoria electoral de Joe Biden en los comicios de noviembre de 2020.
Un fiscal especial nombrado en noviembre por el Departamento de Justicia, investiga el papel de Trump tanto en los sucesos del 6 de enero como por los documentos clasificados hallados en su mansión en Florida, algunos de ellos, clasificados.
Las investigaciones intentan determinar quiénes "interfirieron en el traspaso de poder" y en el proceso de ratificación de Biden como presidente en el Congreso.
Sobre el caso de los documentos hallados en la mansión de Trump en Mar-a-Lago, Florida, el Departamento de Justicia de investiga el manejo de los papeles encontrados por el FBI.
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