Este martes entra en vigor en Italia la obligación para trabajadores mayores de 50 años presenten un certificado sanitario reforzado que se obtiene tras haberse vacunado o recuperado de la enfermedad.
No tener el documento puede dejar sin salario a un estimado de más de 600 mil personas, y los mayores de 50 años que sean sorprendidos en el trabajo sin el pase verde reforzado se exponen a una multa de entre 600 y 1.500 euros, además de que habrá sanción a los responsables de sus empresas.
Un empleado de este grupo etario que no presente el certificado será considerado con falta justificada y no percibirá su sueldo, pero podrá ser sancionado de empleo y sueldo si esta situación se prolonga durante más de 4 días.
La obligación del certificado reforzado es válida por ahora hasta el 15 de junio, cuando el Gobierno está estudiando suprimir este documento para otras actividades.
El certificado sanitario reforzado se obtiene tras recibir una segunda dosis de la vacuna y es válido 6 meses hasta que es necesario el refuerzo, y luego su validez es ilimitada. También se obtiene durante los 6 meses después de haber superado la enfermedad, tras los cuales es obligatoria una primera dosis de vacuna.
Hay poco menos de 9 millones de trabajadores de al menos 50 años en Italia y de esos, los que laboran en el sector salud, escuelas y seguridad ya estaban obligados a estar vacunados. Además, el decreto que entró en vigor el 1 de febrero hacía obligatorio el certificado sanitario a mayores de 50 años para numerosas actividades y la entrada en tiendas o lugares de ocio.
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