Un nuevo estudio advierte algo que quizás solo los adictos no perciben: redes sociales, plataformas en línea y videojuegos representan un peligro mucho más inminente para los adolescentes que las drogas y el alcohol.
Y aún así, hay quienes se oponen a aplicar algunas regulaciones: en el caso del alcohol o el tabaco, por ejemplo, no se les vende a menores de edad, y ni que decir en el caso de las drogas, donde hay regulaciones y prohibiciones.
Rainer Thomasius, director médico del Centro Alemán de Investigación de Adicciones en la Infancia y la Adolescencia en el Hospital Universitario de Hamburgo-Eppendorf, comenta que "nos enfrentamos a un tsunami de esta adicción entre los jóvenes que creo que estamos subestimando por completo".
El trabajo fue realizado por dicho Centro junto con la compañía de seguros médicos DAK, y en el se destaca que más del 25% de los menores de entre 10 y 17 años presentan síntomas de uso arriesgado o patológico de las redes sociales, y que 4,7% de ellos pueden considerarse adictos.
Thomasius señala que "las tasas de uso problemático de los medios de comunicación son entre 5 y 50 veces superiores a las de uso riesgoso de cannabis o alcohol en este grupo de edad".
De acuerdo con los expertos, pese a tener un efecto indirecto en el sistema nervioso central de una persona, la sensación de recompensa que las redes sociales crean en el cerebro es la misma que la que generan drogas y alcohol y por lo tanto, en ambos casos hay riesgo de adicción.
Alerta además que "se busca cada vez más lo mismo y se pierde el control", agregando que "la enorme cantidad de tiempo que se consume en los medios lleva a descuidar otras áreas de la vida".
Indica que no siempre es fácil distinguir cuándo la persona hace un uso riesgoso de las pantallas y cuándo este uso se ha convertido ya en patológico.
Asimismo , explica que "un síntoma temprano típico es una disminución del rendimiento escolar y una disminución del interés en las tareas", aunque aclara que tampoco hay que confundir estos síntomas con una crisis puberal o estrés emocional típico de la edad.
Lo que de plano es una señal clara de consumo patológico es cuando los síntomas persisten durante al menos 12 meses. Para evitarlo, los padres deberían intervenir mucho antes y limitar a sus hijos el acceso excesivo a pantallas, así como vigilar el contenido que ven en línea.
Sin embargo, el estudio muestra que muchos progenitores no cumplen esos requisitos, ya que alrededor del 40% de los padres no actúan lo suficiente para limitar el uso de las redes sociales y plataformas, mientras que una cuarta parte no modera el contenido al que acceden sus hijos. "
Commenti