El expresidente convicto de Estados Unidos no confía en el Departamento de Justicia en las investigaciones sobre el presunto intento de asesinato en su contra hacer unos días en su campo de golf de Palm Beach, y trata de aprovechar lo ocurrido para intentar desacreditar las pesquisas.
Según Donald Trump, la autoridad federal está minimizando lo que sucedió el pasado 15 de septiembre, y deja entrever que deberían ser mejor funcionarios estatales de Florida los que se encargaran de la investigación y enjuiciamiento del presunto sospechoso. Se trata de un estado gobernado por un republicano.
En un comunicado, el magnate señaló que "el Departamento de Justicia y el FBI de Kamala Harris/Joe Biden están manejando mal y restando importancia al segundo intento de asesinato contra mi vida desde julio. Los cargos presentados contra el maníaco asesino son un tirón de orejas". Una forma cínica de querer capitalizar electoralmente el incidente.
El candidato republicano a la presidencia señaló a las agencias de inteligencia de conspirar contra él recordando los juicios políticos y acusaciones de su responsabilidad en el ataque del 6 de enero en el Capitolio, entre otros escándalos en los que se ha visto inmerso, y en algunos de los cuales ya fue hallado culpable por jurados populares, no por jueces. .
Trump dice también que "el Departamento de Justicia y el FBI tienen un conflicto de intereses, ya que han estado obsesionados con 'Atrapar a Trump' durante tanto tiempo", y apuntó que "los cargos de Florida serían mucho más graves que los que ha anunciado el FBI. La verdad sería seguida, dondequiera que conduzca. Nuestro sistema de justicia es corrupto y está desacreditado, especialmente en lo que respecta al 45.º presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump.
Cerró su comunicado con la frase: ¡Dejemos que Florida se encargue del caso!".
Como era de suponerse, y a pocas semanas de los comicios, Ron DeSantis, gobernador republicano de Florida, anunció que su estado abrirá su propia investigación sobre el incidente, ocurrido en el club de golf de Trump en Palm Beach, Florida.
El presunto autor del posible ataque estaba escondido entre unos arbustos y a casi medio kilómetros del expresidente, que jugaba al golf, y el presunto potencial atacante Ryan Wesley Routh, trató de huir pero fue detenido.
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