Una de las historias derivadas de la Segunda Guerra Mundial, desastre del que muchos líderes de la era moderna parecen no haber aprendido mucho, lo ha sido el saqueo cultural perpetrado por los nazis.
La llamada raza superior, que llevó al mundo a una conflagración que duró 6 años, aprovechó el conflicto armado para apropiarse de riquezas incalculables propiedad de los habitantes de los países que invadían. Ello incluía lo mismo joyas que obras de arte.
Pasaron casi 8 décadas para que los Museos Reales de Bellas Artes de Bruselas, en Bélgica, devolvieran a los herederos reales, una pintura que saqueada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
La obra, fue entregada por Thomas Dermine, secretario de Estado de Recuperación belga, al abogado de los bisnietos de Gustav y Emma Mayer, pareja judío-alemana que abandonó el país europeo en 1938 huyendo de la persecución del nazismo.
La obra, bautizada en su tiempo con el nombre de Bodegón de flores', fue pintada en 1913 por el expresionista alemán Lovis Corinth, y recuperada por el historiador de arte Leo Van Puyvelde tras la liberación de Bruselas del los nazis.
El cuadro estaba en poder de la colección del museo belga desde 1951 porque no se tenía mayor información sobre sus dueños, pero tras de años de investigación, fue posible la restitución, primera hecha por un museo en la historia de Bélgica.
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