La medida adoptada el pasado 6 de abril, por el gobernador de Texas, Greg Abbott para asegurar la frontera sur de Estados Unidos, tras la decisión del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de poner fin a las expulsiones migratorias del Título 42, ha ocasionado el rechazó por parte del gobierno de México.
La cancillería mexicana refiere el gobernador Abbott ordenó a las autoridades correspondientes la detención e inspección de los tracto-camiones y autobuses que cruzan desde México hacia Estados Unidos, argumentando medidas de control migratorio y seguridad fronteriza para prevenir el trasiego ilegal de migrantes y drogas.
Las inspecciones se implementan en 4 cruces fronterizos con Texas: Zaragoza-Ysleta; Córdova-De las Américas; Colombia-Laredo; Reynosa-Pharr, y se estima que en estos puertos de entrada únicamente está cruzando una tercera parte del comercio habitual.
Relaciones Exteriores dice que actualmente, se están utilizando puertos aledaños en horarios de atención extendidos para administrar mejor los flujos en conjunto con autoridades federales de ambos países, pero que estas medidas podrían llevarse a cabo próximamente en cualquier otro cruce hacia el estado de Texas.
La cancillería rechaza esta medida que perjudica de manera importante el flujo comercial entre los 2 países, y advierte que como consecuencia inevitable de esta disposición, los comerciantes de México y Estados Unidos están perdiendo competitividad e ingresos considerables.
Señala en un comunicado que México y Texas comparten una dinámica y productiva relación que deriva de la profunda integración comercial construida conjuntamente, y que tan solo en 2021, México se posicionó como el principal socio comercial y destino de exportaciones de Texas, con un flujo comercial entre ambos de 442 mil millones de dólares aproximadamente.
Añade que, en consecuencia, el Gobierno de México ha entrado en comunicación con la Embajada de Estados Unidos en México, así como con los departamentos de Estado y Seguridad Interior, y con la oficina del gobernador de Texas, para restablecer el comercio e identificar alternativas que garanticen la seguridad en la frontera compartida sin perjudicar al comercio binacional.
Por segundo día consecutivo, transportistas mexicanos bloquearon el acceso al Puente Internacional que va de Reynosa a Pharr en Texas, en protesta por las revisiones de las autoridades estadounidenses, las cuales han afectado a empresarios de distintos sectores de mercancías.
Desde el 11 de abril, unos 500 conductores de camiones de carga bloquearon la vía por la que diariamente circulan unos 3 mil vehículos en ambos sentidos. Se trata del Puente Internacional más utilizado en México para la exportación de productos perecederos.
La decisión de este bloqueo fue en respuesta al lento flujo en el Puente Internacional Reynosa-Pharr, que desde la semana pasada registra 300 camiones de carga al día
Conductores de camiones de carga tardaron hasta 32 horas para cruzar a territorio estadounidense, cuando previamente los procesos de revisión duraban 45 minutos.
Los bloqueos también afectaron otros cruces fronterizos, incluyendo el Puente Internacional que va de San Jerónimo en Chihuahua a Santa Teresa en Nuevo México, en donde este martes unos 400 camiones de carga aguardaban para cruzar a Estados Unidos, según medios locales.
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