Muchos se preguntan si no es mejor frenar las agresiones de Israel y los ataques de Hezbolá para evitar mayor destrucción en el Líbano, que estar recaudando dinero para atender a los afectados por la guerra…así opera el mundo.
Esto, porque la conferencia de donantes se reunió este jueves en París para reunir fondos urgentes destinados al Líbano, que es agredido desde hace semanas por el imparable gobierno e Israel, y logró reunir mil millones de euros, que según el ministro francés de Exteriores, Jean-Noël Barrot, representa el doble de las necesidades anunciadas por Naciones Unidas
Fueron representantes de cerca de 70 naciones quienes se reunieron en la capital francesa con el objetivo de exigir un alto el fuego en Líbano, recaudar ayuda humanitaria y reforzar las instituciones del país en riesgo por los bombardeos judíos en su guerra contra el grupo chiita del Hizbulá.
El presidente francés, Emmanuel Macron, fue el encargado de abrir los trabajos de la conferencia anunciando una ayuda de 100 millones de euros destinados al sistema educativo libanés, en tanto que Barrot fue el encargado de dar a conocer al cierre de la reunión que los donantes se comprometieron a participar con más de 800 millones de euros de ayuda humanitaria de urgencia, el doble de los 400 millones que había estimado la ONU como urgentes. A ellos se sumaron 200 millones de apoyo a fuerzas de seguridad libanesas cuyo despliegue en el sur del país es fundamental para garantizar la paz en cuanto se detenga el fuego.
El responsable de la diplomacia francesa expuso en conferencia de prensa de cierre de la conferencia, que “es importante darles los medios de preservar la paz civil y que puedan contribuir a la construcción de la paz, en coordinación con la FINUL”, misión de la ONU asentada en la frontera judía con territorio libanés, y en cuanto a la ayuda humanitaria, Barrot aseguró que tienen mecanismos de control que garanticen que llegará a la población libanesa, la cual está “pagando un duro precio por una guerra que no ha elegido”.
Recordó que más de un millón de libaneses han huido de sus hogares y medio millón de niños no pueden ir a la escuela en medio de un conflicto que ha provocado hasta ahora 2 mil 500 muertos, añadiendo que los bombardeos israelíes sobre Líbano de las últimas semanas han causado ya “una destrucción que no tiene comparación con la que se produjo en 2006”.
La conferencia de París envió también un mensaje político para exigir un alto el fuego inmediato y urgir a “un arreglo diplomático del conflicto que garantice la seguridad de la población de Israel y del Líbano”.
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