El primer ministro canadiense Justin Trudeau ha de estar fastidiado ya de los señalamientos del presidente electoral estadounidense Donald Trump sobre su cargo y si país.
Ahora, Trideau salió a reafirmar el jueves en una entrevista su postura sobre la insistencia de Trump de convertir a Canadá en el estado número 51 de Estados Unidos, y aseguró que "esto no va a suceder".
Desde la óptica de Trudeau, el expresidente convicto intenta utilizar sus comentarios centrados en la anexión de Canadá para desviar la atención del tema arancelario.
"Lo que creo que está sucediendo es que el presidente Trump, que es un negociador muy hábil, está logrando que la gente se distraiga un poco con esa conversación", señaló el dirigente canadiense.
Tras ganar las elecciones presidenciales de noviembre, Trump amenazó con aranceles de 25 % a los productos canadienses, lo que aumentó los temores de Ottawa acerca de su estabilidad económica, por lo que el Gobierno canadiense aseguró que responderá si Trump decide dar ese paso.
El premier, quien anunció está semana que dejará el cargo, sostuvo que "los aranceles del 25% sobre el petróleo el gas, la electricidad, el acero, el aluminio, la madera, el hormigón y todo lo que los consumidores estadounidenses compran de Canadá de repente se volverán mucho más caros" si Trump consuma sus amenazas.
Para Trudeau, "eso es algo en lo que creo que debemos centrarnos un poco más", y afirmó que los canadienses "están increíblemente orgullosos de ser canadienses".
"Una de las formas en que nos definimos más fácilmente es que no somos estadounidenses", añadió.
Trudeau dijo esto en medio de las constantes declaraciones de Donald Trump, de que el país de la hija de Maple se convierta en estado de la Unión, llamando a Trudeau en tono burlón como "el gobernador" de Canadá.
"Estados Unidos ya no puede sufrir los enormes déficits comerciales y subsidios que Canadá necesita para mantenerse a flote. Justin Trudeau lo sabía y renunció", declaró el republicano.
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