Contra lo que todos pensaban en el seno de la Organización de los Estados Americanos, el discurso ofrecido hoy por el embajador de Nicaragua ante el organismo regional, Arturo McFields, fue toda una sorpresa al denunciar que en su país gobierna el una dictadura.
El diplomático expresó que hablaba para defender a “más de 177 presos políticos y más de 350 personas que han perdido la vida en mi país desde 2018”, así como de funcionarios obligados a “fingir, llenar plazas y repetir consignas porque si no lo hacen pierden su empleo”.
En el marco de una sesión ordinaria de la OEA para repasar varios asuntos, el embajador comentó que " lo que pasa en Nicaragua supera mis pocas capacidades diplomáticas”, y aseguró que “hay esperanza, porque la gente de adentro en el gobierno y la gente de afuera está cansada de la dictadura.’”
McFields dijo tener miedo pero que debía hablar, " aunque mi futuro y el de mi familia sean inciertos”, al tiempo que apuntó que "denunciar la dictadura de mi país no es fácil, pero seguir guardando silencio y defender lo indefendible es imposible”.
En febrero pasado, 26 países de la OEA presentaron una declaración que denunciaba la intensificación del “sufrimiento humano” en Nicaragua y exigía la liberación de presos políticos en el país centroamericano. La declaración destacaba que la organización “no puede permanecer en silencio ante la tragedia que se está produciendo en Nicaragua”, en referencia a la continua detención de “presos políticos”. McFields defendió a su gobierno diciendo que “nuestra soberanía y validación no provienen de esta organización agonizante y vergonzosa, sino de la voluntad popular nicaragüense, de una patria libre”.
“Aquí lo que tenemos hoy es un ministerio de colonias totalmente arrodillado y postrado ante los Estados Unidos, ante sus amos”, agregó en ese momento.
McFields, quien presentó sus credenciales como embajador ante la OEA el 5 de noviembre de 2021, ha dicho ahora que "desde el año 2018 Nicaragua se convirtió en el único país de Centroamérica donde no hay periódicos impresos, no hay libertad de publicar un simple tuit, de un comentario en las redes sociales, no hay organismos de derechos humanos, no hay, ni uno solo, no existen, todos fueron cerrados o clausurados, no hay partidos políticos independientes, no hay elecciones creíbles”.
Varios embajadores latinoamericanos alabaron a McFields.
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