El Secretario General de la ONU se sumó este martes a los crecientes llamados internacionales para que se investiguen los crímenes de guerra cometidos en la ciudad ucraniana de Bucha.
Los comentarios del Secretario General se produjeron después de que las impactantes imágenes de Bucha, en las afueras de Kiev, mostraran a cientos de personas muertas, algunas con heridas de bala y las manos atadas a la espalda y otras quemadas o en fosas comunes, en zonas que anteriormente estaban bajo el control de las tropas rusas.
En una reunión del Consejo de Seguridad con el objetivo de proporcionar una actualización de los aspectos políticos y humanitarios de la guerra en Ucrania, António Guterres dijo que era necesaria una investigación independiente de lo sucedido en Bucha para garantizar una rendición de cuentas efectiva
Describió la crisis ucraniana, provocada por la "invasión en toda regla" de su vecino por parte de Rusia, como "uno de los mayores desafíos que jamás se hayan planteado al orden internacional y a la arquitectura de la paz mundial, fundada en la Carta de las Naciones Unidas".
La ofensiva rusa ha desplazado a más de 10 millones de personas en sólo un mes, el movimiento forzado de población más rápido desde la Segunda Guerra Mundial, dijo Guterres.
De esa cifra, más de 4,2 millones han huido de las fronteras de Ucrania, según la Agencia de la ONU para los Refugiados, en medio de los continuos bombardeos y el uso de armas indiscriminadas que han provocado el ataque a 86 instalaciones sanitarias y médicas entre el 24 de febrero y el 2 de abril, según la Organización Mundial de la Salud.
Dada la urgencia de la situación, el titular de la ONU explicó que había encargado al Coordinador de Ayuda de Emergencia, Martin Griffiths, que viajara a Rusia y Ucrania para presionar por un alto el fuego humanitario urgente.
En Ginebra, donde la Alta Comisaria de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha condenado los sucesos de Bucha y ha hablado de posibles crímenes de guerra, su Oficina explicó que el episodio marcó un nuevo mínimo en la guerra, con los cuerpos de las víctimas profanados.
Liz Throssell, portavoz de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, "se podría argumentar que había un contexto militar, por ejemplo, en el caso de un edificio atacado, pero es difícil ver cuál es el contexto militar de una persona que yace en la calle con una bala en la cabeza, o cuyo cuerpo ha sido quemado", dijo Throssell a los periodistas
Antes de que salieran a la luz los sucesos de Bucha, la oficina de derechos de la ONU ya había calificado los bombardeos indiscriminados como probables crímenes de guerra.
En cuanto a la afirmación rusa de que las imágenes de Bucha eran falsas, Throssell explicó que los investigadores de derechos humanos seguían minuciosos procedimientos forenses para garantizar la veracidad de cualquier vídeo o fotografía procedente de escenas de posibles crímenes de guerra.
El mandato de la Comisión Internacional de Investigación sobre Ucrania incluye la recopilación de testimonios y pruebas de los supervivientes de graves abusos contra los derechos, pero no es un órgano judicial y no puede pronunciarse sobre crímenes de guerra.
La Corte Penal Internacional también está llevando a cabo una investigación sobre presuntas violaciones graves de la Convención de Ginebra, a petición de 39 Estados miembros, solicitud hecha días después de que las tropas rusas invadieran Ucrania el 24 de febrero.
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