La presidenta de Perú, Dina Boluarte, está en contra de que la fiscal general, Patricia Benavides se mantenga en su puesto, y no se sabe si es por venganza o porque la MP es investigada por posible tráfico de influencias y favores políticos.
Boluarte, quien sigue enfrentando acuaciones de homicidio por su responsabilidad en la muerte de decenas de personas durante las protestas surgidas tras la destitución y encarcelamiemto del ex presidente Pedro Castillo, habló sobre la fiscal ante periodistas y dijo que Benavides "debe responder a toda esta investigación que nos ha sorprendido hace unos días"
Asegura que ha perdido objetividad para que pueda continuar en el cargo", pero eso sí, no quiso opinar sobre la denuncia que presentó la fiscal ante el Congreso, donde la acusa del presunto delito de homicidio.
La mandataria, beneficiaria de la caída de Castillo, ya era la comamdante en jefe de las fuerzas armadas cuando se produjo la represión ante las protestas en su contra, con un saldo de más de 50 muertos.
La investigación contra Benavides llevó a que la Junta Nacional de Justicia, que la nombró en 2022, estudie medidas contra la fiscal, que pueden derivar en la separación del cargo.
La denuncia contra la presidenta se activó luego que Benavides fuera acusada por otra fiscal de encabezar una presunta red criminal en lel Ministerio Público, desde donde presuntamemte incurrió en un tráfico de influencias con el Congreso e intercambió favores políticos.
La Fiscal dijo que no renunciará, y hay miembros del desacreditad Parlamento que han salido a respaldarla, asegurando que se trata de una trama para frenar las investigaciones sobre la cuestionada mandataria.
La acusación contra Boluarte puede costarle a la presidenta el cargo, y tomará algunas semanas en ser admitida.
Sigue batida en el lodo la clase política del Perú, empezando por la jefa de estado, ante el desencanto de la población, algo que lleva años.
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