Acorralada por la opinión pública y las evidencias de una fuga importante de información clasificada, la Casa Blanca trata de culpar de ello a quien se deje, y si primero quiso responsabilizar a un periodista, ahora se lanzó contra el expresidente demócrata Joe Biden por la filtración en Signal, al señalar que su retirada desorganizada de Afganistán donde perdieron la vida 13 soldados en circunstancias confusas, y su demora en declarar terroristas a los hutíes, "debilidad" que según la vocera del presidente convicto, Donald Trump, animó a los combatientes en Yemen.
Antes de que se diera esta afirmación, el medio independiente The Atlantic dio cuenta de una seria filtración de datos clasificados cuando el periodista Jeffrey Goldberg fue añadido a una sala de chat cerrada de Signal donde funcionarios de la Administración Trump analizaban planes de ataques militares contra los hutíes y tomaban decisiones
La correspondencia a la que tuvo acceso el periodista revelaba los objetivos concretos de la operación, los tipos de armas utilizadas y criticaba a los aliados europeos mediante expresiones hasta humillantes.
Las argucias del actual gobierno norteamericano para no reconocer errores rayan en lo impensado, y la portavoz de la Casa Blanca, Caroline Leavitt, dijo en rueda de prensa que “no vamos a recibir lecciones sobre seguridad nacional y tropas estadounidenses por parte de los demócratas y los principales medios de comunicación, que pusieron la otra mejilla cuando la Administración Biden dejó 13 miembros del servicio muertos en Afganistán y ni una sola persona tuvo que rendir cuentas".
La vocera, que usa los mismos patrones que su jefe para evadir cuestionamientos cuando los hechos son evidentes, recordó la medida tardía de Biden de designar a los hutíes como organización terrorista, al apuntar que "es importante recordar por qué tuvo lugar esta poderosa acción, en primer lugar: debido a la incompetencia y patética debilidad de Joe Biden en la escena mundial durante años, los terroristas hutíes se envalentonaron".
Legisladores demócratas ya pidieron la renuncia del titular del pentágono, Pete Hegseth, como responsable de las filtraciones, pero se da por descontado que eso no sucederá en medio de un gobierno que toma día con día tintes cada vez más autoritarios.
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