Los daños que están produciendo las famosas órdenes ejecutivas del presidente convicto de Estados Unidos, Donald Trump, en un número importante de migrantes son incalculables.
No solo se trata de las deportaciones,bsino por las afectaciones que dejan las redadas y la cancelación de programas destinados a migrantes de todos lados.
Ahora, Trump revocó la extensión del Estatus de Protección Temporal (TPS) para los venezolanos hasta octubre de 2026 que la administración del demócrata Joe Biden había aprobado antes de salir de la Casa Blanca.
Dicho programa, que permite a más de 600 mil venezolanos trabajar y residir legalmente en Estados Unidos, vence ahora el 10 de septiembre de 2025.
Esta medida estaba diseñada para proteger de la deportación a migrantes cuyos países de origen se encuentran en situación de emergencia o catastrófica.
Según la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, que se retrata en Nueva York con personal de migración para que vea Trump que sí trabaja, se revocó la extensión del TPS para los venezolanos porque el anterior Gobierno intentó forzar su mantenimiento y dejarlos "con las manos atadas" decretando la extensión.
Dijo a la cadena oficial del gobierno, Fox, que "extendieron la protección , lo que significaba permitir que estas personas se quedaran y siguieran violando nuestras leyes por otros 18 meses".
En su primer mandato, Trump intentó revocar el TPS para otros países, incluyendo Haití y El Salvador, pero la decisión fue congelada por las cortes.
El DHS, bajo instrucción de Biden, justificó la extensión del TPS para los venezolanos debido a "la grave emergencia humanitaria que el país continúa enfrentando debido a las crisis políticas y económicas bajo el régimen inhumano" de Nicolás Maduro.
Según datos de la Agencia de la ONU para los Refugiado (ACNUR), más de 7,7 millones de personas han salido del país, lo que la convierte en la mayor crisis de desplazamiento del continente.
En los últimos años, miles de venezolanos han llegado a EE.UU. buscando mejores oportunidades económicas y huyendo de las crisis social y política que atraviesa el país.
El republicano está exigiendo a las autoridades aduaneras al menos mil 800 arrestos diarios de inmigrantes indocumentados en el país.
El subdirector de gabinete de la Casa Blanca, Stephen Miller, dijo a la cadena CNN que "las cifras mencionadas son un mínimo, no un máximo. Y lo que es más importante, son un mínimo. El objetivo es arrestar al menos a esa cantidad, pero con suerte a muchos más".
Las cuotas de detenciones fueron impuestas a las 25 oficinas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y según datos del diario The New York Post, durante la primera semana del segundo mandato de Trump a partir de su inauguración el 20 de enero, el ICE realizó más de 4 mil 500 arrestos, y el periódico Washington Post publicó que el mandatario estaría "decepcionado" por dichas cifras.
Desde la investidura de Trump, las detenciones de inmigrantes ilegales en Estados Unidos pasaron de unos pocos cientos al día, a entre mll 200 y mil 500, con redadas en ciudades importantes, como Nueva York, Denver, Chicago, Los Ángeles y Boston.
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