Luego de reunirse informalmente con los embajadores del Consejo de Seguridad para discutir la situación en Ucrania, el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, dijo que “el momento de calmar las tensiones y reducir las acciones sobre el terreno es ahora”.
El portugués dijo ante periodistas que está preocupado por el aumento de la tirantez y la especulación sobre un posible conflicto militar en Europa, y expresó que “simplemente no podemos aceptar ni siquiera la posibilidad de tan desastrosa confrontación”.
Guterres advirtió que el precio en sufrimiento humano, destrucción y daño a la seguridad europea y mundial “es demasiado alto para contemplarlo”, al tiempo que se pronunció por la diplomacia, afirmando que no hay otra alternativa, mensaje que le trasladó a los ministros de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, y Ucrania, Dmytro Kuleba, con quienes tuvo conversaciones telefónicas.
Para Guterres, todos los problemas, incluidos los más difíciles, pueden y deben abordarse y resolverse a través de marcos diplomáticos, manifestando su confianza firme en que este principio prevalecerá, al tiempo que como Secretario General de la ONU es su deber velar por el respeto pleno a la Carta de las Naciones Unidas, que establece que todos los Miembros resolverán sus controversias internacionales por medios pacíficos.
Más aún, el documento fundacional de la Organización estipula que todos los miembros se abstengan de la amenaza o el uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado.
En este contexto, reiteró su compromiso de seguir impulsando la diplomacia: “He puesto a disposición mis buenos oficios y no dejaremos piedra sin remover en la búsqueda de una solución pacífica”.
Apeló también a las partes a evitar la retórica incendiaria. “Las declaraciones públicas deben apuntar a reducir las tensiones, no a inflamarlas”, enfatizó.
Guterres instó a redoblar los esfuerzos dirigidos a distender la situación y se refirió con beneplácito a los recientes contactos y compromisos diplomáticos realizados por diversos actores, entre los que se cuentan jefes de Estado. “Pero se necesita hacer más”, acotó.
Advirtió que optar por la confrontación en vez de la diplomacia equivale a lanzarse al precipicio, y pidió a los involucrados que no le fallen a la paz”. (Naciones Unidas)
Comments