Japón viene experimentando de forma lenta pero sostenida, una baja preocupante en la tasa de nacimientos en una sociedad que por un lado está envejeciendo, y por el otro, tiene una población juvenil que no piensa mucho en tener hijos.
Un estudio del Gobierno japonés muestra que de enero a junio nacieron en el país unos 330 mil bebés, lo que implicaría que el total anual podría caer por debajo de 700 mil por primera vez desde que se empezó a llevar un registro.
Los datos demográficos actualizados fueron dados a conocer por el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar Social, y la cantidad estimada de nacimientos sin contar los de extranjeros, fue de 329 mil 998 en el primer semestre de este año, lo que representa un descenso de 22 mil 242 equivalente al 6,3% respecto al mismo periodo del año pasado.
Más aún, y en comparación con la cifra de 2014, el número descendió un 30,7%, razón por la cual hay preocupación entre las autoridades niponas.
La información también muestra que en 2023 nacieron 727 mil 288 bebés, cosa que representa la cifra más baja desde que comenzaron los registros en 1899.
Curiosamente, el número de matrimonios en el primer semestre de este año fue de 240 mil 593, es decir, mil 967 más que en el mismo periodo del año anterior.
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