Saldo de al menos 11 personas muertas y cerca de 3 mil heridos, es el saldo que dejó la explosión el martes de un número indeterminado pero enorme de aparatos localizadores en el sur del Líbano.
Entre los lesionados hay miembros del grupo chiita Hezbolá, que se encuentra prácticamente en Estados de guerra con el gobierno judío. Entre los heridos hay incluso mujeres y médicos.
Un dirigente de Hezbolá dijo que las explosiones fueron el resultado de "una operación de seguridad que tenía como objetivo los dispositivos", y acusó a Israel de estar detrás de la tragedia.
La oficina de Naciones Unidas en el Líbano, condenó la detonación masiva de los dispositivos localizadores, declaró el portavoz del titular del organismo, Stéphane Dujarric, al señalar poco después del desastre que "la coordinadora especial para el Líbano, Jeanine Hennis-Plasschaert, deplora el atentado de hoy en todo el Líbano, que ha dejado miles de heridos, muchos en estado crítico, y que ha matado al menos a 9 personas, incluidos niños".
Los bipers fueron fabricados por la compañía Gold Apollo, asentada en Taiwán, y la empresa no fijado una postura sobre lo sucedido.
El Ministerio de Salud libanés, citado por Al Jazeera, pidió a los habitantes que portan localizadores desecharlos de inmediato, y llamó al personal de salud dirigirse a sus lugares de trabajo "para ayudar a brindar tratamiento de emergencia al gran número de heridos que están siendo trasladados a los hospitales".
La serie de estallidos duró casi una hora minutos antes de las 4 de la tarde hora libanesa.
El líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, advirtió a los miembros del grupo que no llevaran teléfonos móviles, ya que podrían ser utilizados por Israel para rastrear sus movimientos, lo que llevó a muchos a portar localizadores.
La Liga de Estados Árabes condenó también el presunto ataque israelí mediante los localizadores, asegurando que los heridos son más de 4 mil.
"El secretario general de la Liga de Estados Árabes, Ahmed Abul Gheit, condenó el ataque israelí a los dispositivos de comunicación en el Líbano, y en un comunicado advirtió las consecuencias de este ataque contra el Líbano y el pueblo de este país.
Los medios estadounidenses Axios y CNN revelaron que tenían información en el sentido de que la operación fue aprobada en reuniones entre el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y miembros del gabinete de seguridad del país.
Netanyahu y el ministro de Defensa judío, Yoav Gallant, estuvieron en el centro de mando de las Fuerzas de Defensa de Israel en Tel Aviv, dijo un funcionario israelí al portal Axios.
Estados Unidos se deslindó del ataque, aunque no lo condena, y de alguna manera lo respalda con su silencio.
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