No fue el fútbol: fue la barbarie y el horror de un grupo de delincuentes disfrazados de aficionados.
El castigo debe ser ejemplar.
No más indulgencia con asesinos.
Tampoco con dueños de equipos que no garantizan la seguridad del verdadero aficionado.
La FIFA también debe castigar a la Federación Mexicana de Fútbol retirándole la concesión del mundial.
Y el equipo de Querétaro deber ser expulsado de esta organización.
Pero sobre todo, debe quedar absolutamente claro lo que sucedió en esa plaza de asesinos: quién prendió la mecha, el nombre de las víctimas y el arresto y castigo de los victimarios.
¿Y dónde estuvo la televisión?. lamentando los hechos, pero eso sí, transmitiendo los partidos que se celebraron por la noche y debieron ser suspendidos como se hizo con los encuentros del domingo. Es el negocio,
Ya sabemos cómo se las gastan: se opondrán a cualquier castigo de las autoridades que afecte sus intereses y arrojarán humo sobre los hechos.
Seguro también el gobernador se prestará a sus chanchullos y buscará limpiar su responsabilidad y la de quienes debieron estar pendientes de cualquier trifulca en el estadio.
Ayer ya declaró que no había más que algunos heridos graves y unos cuantos golpeados, mientras las terribles imágenes que desde anoche se subieron a internet muestran totalmente lo contrario.
Tres mujeres policías trataron de contener a esa turba de criminales y fueron igualmente golpeadas.
Hay fotos más que suficientes para atrapar y castigar a los culpables, hay testigos oculares directos y los integrantes de la barra del Querétaro deben estar identificados tanto por sus líderes como por el equipo, así que no debe haber justificaciones.
Ojalá esta vez sí se haga justicia y se castigue a los asesinos.
¡Qué poca madre de cabrones!
José Luis Morales Baltazar
@nuevoslibros
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