Para el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, Ucrania ya perdió la guerra que libra contra la invasión rusa iniciada en 2022, ya que estima que Donald Trump dejará apoyar al gobierno de Volodomyr Zelenski.
Orbán fue anfitrión de una cumbre europea de 2 días en Budapest, reunión que coincidió con la victoria electoral de Trump en los comicios del pasado martes, y en donde la mayoría de los líderes de la Unión Europea piensa que hay que seguir suministrando armas y asistencia financiera para mantener la seguridad del continente.
Orbán, quien tiene una relación cercana lo mismo con Trump que con el presidente de Rusia, Vladímir Putin, reiteró en entrevista para la radio estatal húngara que se debería declarar un alto al fuego, y predijo que Trump pondrá fin al conflicto.
“Si Donald Trump hubiera ganado en 2020 en Estados Unidos, estos 2 años de pesadilla no habrían ocurrido, no habría habido guerra”, dijo Orbán, quien añadió que "la situación en el frente es obvia, ha habido una derrota militar. Los estadounidenses van a retirarse de esta guerra”.
La incertidumbre sobre cuánto tiempo continuará esa ayuda se agravó con la victoria de Trump, toda vez a que el republicano ha cuestionado la ayuda de Washington a Kiev.
En una reunión de Budapest, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, rechazó la afirmación de Trump de que la guerra en su país podría terminarse en un día, algo que él y sus aliados europeos temen que signifique una paz en términos favorables a Putin y suponga la cesión de territorio.
“Si va a ser muy rápido, será una pérdida para Ucrania”, dijo Zelenskyy, mientras los líderes comunitarios han encontrado alternativas y han dejado claro su compromiso de seguir asistiendo a Ucrania en su lucha, ocupe quién ocupe la Casa Blanca.
Las fuerzas rusas han logrado recientemente avances discretos en el este de Ucrania, aunque las posiciones en las líneas del frente han permanecido relativamente estables durante meses.
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