Uno de los creadores del Himno Nacional Mexicano, considerado entre los más bonitos musicalmente hablando fue Jaime Nunó Roca, un catalán nacido en la ciudad de Gerona, el 8 de septiembre de 1824, apenas 3 años después de la consumación de la Independencia de nuestro país.
Lo recordamos este 18 de julio de 1908 al cumplir 114 años de fallecido. Nunó fue compositor, concertista, director de orquesta y de óperas
Huérfano desde niño tras la muerte de sus padres, Jaime permaneció bajo la tutela de su tío Bernardo en Barcelona quien se encargó de sufragar los estudios s musicales de su sobrino, donde mostró sus aptitudes en la catedral de la ciudad, haciéndose de una beca para estudiar con el compositor Saverio Mercadante en Italia en 1841.
Su primera composición de acuerdo con los biógrafos de la época fue "Trisagio" cuando Nunó tenía 15 años apoyado en un Soprano, Alto, Tenor, Bajo y Soprano Solista con acompañamiento de órgano o piano.
Contaba con 24 años cuando decidió casarse y comenzó a componer lo mismo que misas, que arias, motetes y piezas orquestales, además de dirigir orquestas y dar lecciones, adquiriendo una especial facilidad para trabajar con bandas militares.
Nunó tiene un lugar especial en el México independente por su composición del Himno Nacional Mexicano, pese a no ser nacido en nuestro país, aunque vino en varias ocasiones y tuvo nexos con sectores de la clase política durante finales de los años cuarenta del siglo XIX.
Fue nombrado director de la Banda del Regimiento de la Reina en Barcelona durante 1851, y durante un viaje con ellos a Cuba, conoció al ex presidente mexicano Antonio López de Santa Anna, quien una vez retornó al país en 1853 para un nuevo periodo al frente del gobierno, invitó a Jaime a encabezar las bandas militares mexicanas, momento que coincidió con la convocatoria al concurso para componer el Himno Nacional Mexicano.
Un total de 26 aspirantes se inscribieron, y Nunó ganó en 1854 el concurso convocado para ponerle música a la letra escrita por el poeta mexicano Francisco González Bocanegra. La partitura se interpretó por primera vez el 16 de septiembre de ese año en el Teatro Santa Anna, bautizado después como Teatro Nacional de México, y que fue derruido para construir en ese sitio el actual Palacio de Bellas Artes.2
Su amigo Santa Anna renunció a la presidencia luego de la Revolución de Ayutla, y Nunó se fue a Estados Unidos, donde trabajó como concertista y director de óperas. Retornó por un tiempo a España y optó por volver a Estados Unidos en 1901, de donde Porfirio Díaz lo trajo a México para sr objeto de homenajes, participando en las celebraciones del cincuentenario del Himno Nacional.
Jaime Nunó murió en Nueva York el 18 de julio de 1908, y para octubre de 1942, el gobierno de México ordenói exhumar sus restos para trasladarlos a la Rotonda de las Personas Ilustres en el Panteón Civil de Dolores donde reposan junto con los de Francisco González Bocanegra.
Jaime Nunó compuso alrededor de 500 obras.
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