
Este martes arrancaron en la Primera Sala de la Corte Suprema de Brasil las audiencias programadas para definir si el alto tribunal acepta la denuncia presentada contra el expresidente Jair Bolsonaro y otros acusados por intento de golpe de Estado.
El exmandatario ultraderechista será juzgado por presuntamente dirigir un plan que buscó anular el triunfo electoral del hoy presidente Luiz Inácio Lula da Silva en 2022, mediante una intervención militar si la mayoría de los 5 magistrados vean indicios suficientes en la querella presentada por la Fiscalía,
Bolsonaro y 7 acusados, entre los que hay militares y ministros del Gobierno de Bolsonaro, fueron denunciados por cargos de abolición violenta del Estado de derecho, intento de golpe de Estado, implicación en organización criminal armada, daño calificado y deterioro de patrimonio.
De resultar culpables, el expresidente brasileño y coacusados enfrentar penas máximas fe hasta 40 años de cárcel.
La Primera Sala del Supremo programó 3 sesiones esta semana para analizar la denuncia en la cual el Ministerio Público denunció el núcleo de la conspiración golpista contra Lula
El presidente del Tribunal, Cristiano Zanin, antiguo abogado personal de Lula, abrirá la audiencia y el juez instructor del caso, Alexandre de Moraes, hará la lectura del caso.
Se espera que el fiscal general, Paulo Gonet, defienda los cargos formulados y luego, harán ido fe la palabra lis abogados de los acusados, para presentar sus alegaciones. Los 5 magistrados valorarán entonces las cuestiones procesales que planteen los abogados de los implicados.
Se procederá a la evaluación del mérito de la denuncia, y el primero en intervenir será el juez instructor De Moraes, quien manifestará si la acusación cuenta con elementos suficientes para la apertura de una acción penal, para que finalmente los otros 4 jueces expongan sus votos.
La Primera Sala del Supremo brasileño ha dictado duras penas contra varios de los centenares de condenados por el asalto a las sedes de los tres poderes de la Nación, ocurrido el 8 de enero de 2023 son Brasilia, donde seguidores de Bolsonaro intentaron provocar una intervención militar para derrocar a Lula, quien acababa de ser investido presidente, en un episodio que la Fiscalía considera como parte de la trampa golpista.
Bolsonaro dijo que spera justicia en la audiencia en el que la Corte Suprema decidirá si será procesado o no por intento de golpe de Estado.
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