Hace más de 3 décadas se fugó de una cárcel, el capo colombiano Pablo Escobar

Un día como hoy (22 de julio) pero de 1992, Pablo Emilio Escobar Gaviria, uno de los narcotraficantes más brutales de la década de los 90, escapó de la prisión de Envigado en Colombia mientras cumplía una larga condena por ser responsable de una severa ola de violencia en el país sudamericano.

Nacido en 1949 en el seno de una familia pobre del barrio de Rionegro en Antioquia, Pablo comenzó su carrera delictiva con pequeños timos, hurtos y trabajando para el rey del contrabando en Colombia Alfredo Gómez “ El Padrino”; años más adelante se implicó en el robo de autos en Medellín y se dedicó al tráfico de marihuana hacia Estados Unidos.

Al paso del tiempo se convirtió en pieza clave del tráfico de droga; asociado con Gonzalo Rodríguez Gacha, Carlos Lehder, Jorge Luis Ochoa y sus hermanos Fabio y Juan David, Escobar fundó el “Cártel de Medellín”, uno de los principales grupos del conflicto armado colombiano entre los años 80 y 90 que monopolizó el comercio de drogas desde la producción hasta el consumo. En 1978 Escobar fue detenido por tráfico de estupefacientes, pero quedó en libertad aunque el proceso fue reabierto por la juez Mariela Espinosa, asesinada años más tarde por orden de Escobar.

En 1982 fue electo parlamentario suplente por el movimiento liberal de Antioquia, pero al mismo tiempo fue denunciado por políticos, jueces y periodistas quienes gradualmente fueron asesinados más tarde. Además, la ola de violencia en los años 80 incluyó atentados contra la Policía de Colombia, el derribo de un avión con 107 ocupantes, coches bomba en ciudades importantes y la muerte de tres candidatos presidenciales para las elecciones de 1990: Carlos Pizarro, Bernardo Jaramillo y el favorito Luis Galán.

En 1991 el gobierno de César Gaviria aprobó la creación de una constitución donde se eliminó la figura de la extradición, por lo que Pablo Escobar y sus subalternos se entregaron el 19 de junio de ese año y llevados a ‘La Catedral’, cárcel ubicada en una montaña cercana a Antioquia; ahí estuvo 14 meses en los cuales vivió rodeado de lujos, ordenando asesinatos y administrando negocios. El Gobierno decidió militarizar el penal o trasladar a un cuartel a Escobar, quien se sintió traicionado en el cumplimiento de lo que según él eran sus "acuerdos", por lo que el 22 de julio de 1992 escapó de prisión dejando en ridículo al gobierno colombiano que emprendió una encarnizada búsqueda del capo.

Para huir, se dice que el capo inició un motín y cuando  funcionarios judiciales que habían llegado al penal quisieron trasladarlo a una prisión de máxima seguridad, Pablo los tomó como rehenes y a pesar del operativo militar, que liberó a dos de los rehenes, Escobar se fugó con 9 de sus hombres por una red de túneles secretos que existía en el complejo.

El narcotraficante colombiano pasó el resto de su vida huyendo hasta el 3 de diciembre de 1993, cuando gracias a una conversación con su hijo, la policía dio con su paradero en el barrio “La América”, y en minutos lo rodeó de efectivos policiales y militares.

Escobar intentó escapar por el techo de una casa, pero fue alcanzado por tres proyectiles, por lo que murió de inmediato; fue sepultado en el cementerio Jardines Monte Sacro ante más de 20 mil personas presentes y con su muerte, se disolvió el Cártel de Medellín en uno de los episodios más obscuros de la historia de Colombia.