Los videojuegos conectados a internet suelen registrar información de las personas que los usan. Los datos que recolectan pueden ser enviados de forma encubierta a terceras personas, lo que podría poner en riesgo a niñas, niños y adolescentes.
Las personas responsables de las y los menores que juegan en línea deben extremar precauciones para prevenir daños emocionales que se materialicen a través de internet; de la recepción no consensuada de imágenes, videos o textos de carácter sexual, o del acercamiento de un adulto a un menor con fines sexuales.
Para prevenir riesgos, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) recomienda:
1. Supervisar las actividades en línea de la niña, niño o adolescente.
2. Fomentar la comunicación con las personas menores para concientizarlos sobre los riesgos que existen en internet.
3. Conocer las distintas opciones, ventajas y desventajas de las herramientas de supervisión parental y usarlas de manera adecuada.
4. Verificar la finalidad para la que se solicita el uso de los datos personales.
5. Configurar las opciones de privacidad de los videojuegos para proteger los datos personales de las personas menores.
6. Identificar al responsable del tratamiento de datos personales ante quien puedan ejercerse los derechos ARCO (Acceso, Rectificación, Cancelación y Oposición).
7. Se sugiere usar un sobrenombre y evitar el nombre o la dirección real.
8. Utilizar contraseñas con letras y números que sean diferentes en cada juego.
9. Usar sólo el canal oficial de comunicación de los videojuegos y limitar la charla a los amigos cercanos.
10. Deshabilitar la opción de geolocalización.
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