Un día como hoy, 6 de junio pero de 1930, comenzó la comercialización de la comida congelada en Estados Unidos, alimentos que podrán o no gustarte, pero útiles si no tenemos tiempo de cocinar.
El hombre siempre ha buscado prolongar el tiempo en el cual los alimentos son comestibles, y desde la antigüedad, utilizó hielo y agua para detener su descomposición y preservar las presas cazadas, para tiempos difíciles. En la prehistoria se almacenaban alimentos en el fondo de las cuevas de hielo. Los señores de la Edad Antigua y la Edad Media fueron los primeros en usar las especias y la sal para conservar los alimentos, razón por la cual estás adquirieron tanta importancia hasta nuestros días. pero la forma más primitiva que se conoce del refrigerador era un armario de madera en el que había un compartimiento arriba donde se almacenaba nieve y uno abajo donde se guardaban alimentos que requerían del frío para conservarse.
Aunque congelar la comida se hizo por primera vez en 1842, la industria de congelados como la conocemos hoy tiene un origen más reciente que la de envasado, aunque la conservación de alimentos a gran escala por congelación comenzó a fines del siglo 19 con la aparición de la refrigeración mecánica. Fue hasta 1927 cuando Generic Electric fabricó los primeros refrigeradores domésticos, y en los años 30 se dio la comercialización de los primeros alimentos congelados, mediante un método de enfriamiento rápido.
Clarence Birdseye, taxidermista nacido en 1886, comenzó a interesarse en este tipo de preservación y en una de sus expediciones a la fría región del Labrador en Canadá, entre 1912 y 1916, vio a los nativos del lugar utilizar congelación para conservar el pescado, con mucho mayor calidad que la comida que se preparaba en su natal Nueva York.
Observó que, si ese proceso era lento, se formaban unos cristales grandes que dividían la estructura de las células de los alimentos y echaban a perder su sabor; tras varios intentos, Birdseye creó en 1927 la General Seafood Corporation con la que perfeccionó sus métodos de refrigeración: puso verduras y alimentos como pescado entre placas metálicas de congelación a presión y enfrió la comida de 0º a -3,8º Celsius en minutos, con lo cual los cristales quedaron de menor tamaño y la comida quedó intacta en calidad.
En 1929, Birdseye vendió su compañía y las 250 patentes a su nombre a Goldman Sachs y Postum Company, para crear una nueva empresa llamada Birds Eye Frozen Food Company, desarrollando una mejor tecnología de congelación.
Fue el 6 de junio de 1930 cuando inició la venta experimental de estos productos en 18 tiendas de conveniencia en Massachusetts, ofreciendo al público productos como carne, espinaca, chícharos, pescado y fruta. A los clientes les agradó la calidad de la comida, por lo cual tras continuar con esta evolución, para los años 40 todas las tiendas ya vendían comida congelada. Birdseye murió el 7 de octubre de 1956 de un ataque al corazón.
Hoy en día todas las casas cuentan con congelador que genera temperaturas de hasta 18°C bajo cero, la más propicia para conservar alimentos durante 3 o 4 meses, manteniendo sus propiedades.
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