Este lunes 31 de julio, muchos católicos en México recuerdan un aniversario más de la canonización de Juan Diego Cuauhtlatoatzin en la Basílica de Guadalupe…fue en 2002…hace 21 años…
Juan Diego nació entre abril y mayo de 1474 en Cuauhtitlán, barrio Tlayácac, región que pertenecía al reino de Texcoco, siendo bautizado por los primeros misioneros franciscanos en torno a 1524. Juan Diego era un hombre considerado piadoso, bondadoso y devoto, por los franciscanos asentados en Tlatelolco; cada mañana se trasladaba muy temprano del pueblo de Tulpetlac, donde vivía, para caminar hacia el sur hasta bordear el cerro del Tepeyac.
De acuerdo con la tradición, el sábado 9 de diciembre de 1531, a sus 57 años de edad, muy de mañana en el cerro escuchó el cantar del pájaro mexicano tzinitzcan, anunciándole la aparición de Nuestra Señora de Guadalupe, quien se le apareció cuatro veces entre el 9 y el 12 de diciembre de ese año y le encomendó decir al entonces obispo, Fray Juan de Zumárraga, que en ese lugar quería que se edificara un templo.
La Virgen le ordenó a Juan Diego que cortara unas rosas que misteriosamente acababan de florecer en lo alto del cerro para llevarlas al obispo en su ayate; la tradición también indica que cuando Juan Diego le mostró al obispo las flores durante un helado invierno se apareció milagrosamente la imagen de Guadalupe, llamada más tarde así por los españoles, impresa en la tela del indígena, por lo que el prelado ordenó la construcción de una ermita donde Juan Diego viviría por el resto de sus días custodiando el ayate.
Juan Diego murió en la Ciudad de México el 30 de mayo de 1548 a la edad de 74 años; pasaron los siglos y la devoción hacia él se mantuvo en Cuauhtitlán, donde la gente lo consideraba santo y sobre las ruinas de sus casas, se levantaron iglesias y lugares de culto, por lo que desde 1663 se le pidió a la Santa Sede la aprobación para celebrar a Nuestra Señora de Guadalupe los días 12 de Diciembre, misma que llegó en 1754.
El 15 de junio de 1981, la Conferencia Episcopal Mexicana pidió la beatificación de Juan Diego, y casi un año más tarde, el 8 de junio de 1982, la Congregación para la Causa de los Santos señaló los pasos para iniciar el proceso para convertirlo en beato, siendo el 9 de abril de 1990 cuando Juan Pablo II, por medio del Decreto de Beatificación, reconoció la santidad de vida y culto al ahora Beato Juan Diego.
El 20 de noviembre se abrió el proceso para recabar pruebas para constatar el milagro que lo convertiría en Santo, y el caso en cuestión fue la sobrevivencia de un joven de 20 años de edad, llamado Juan José Barragán Silva, quien el 3 de mayo de 1990 cayó de una altura de 10 metros sobre un terreno sólido, lo que le dejó una fractura múltiple del hueso craneal y hematomas; 3 días después cuando Juan Pablo II celebraba la misa de Beatificación de Juan Diego, el joven desahuciado inesperadamente se incorporó y comió de lo que encontró en una charola colocada cerca de él; el muchacho no tenía ya ni fracturas, ni contusiones, ni sangrado y a los pocos días salió del hospital por su propio pie. La madre del joven fue quien invocó al Beato para la salvación de su hijo.
El 11 de mayo de 2001 se aprobó por unanimidad el milagro hecho por intercesión, y fue el 31 de julio del año siguiente cuando Juan Diego fue canonizado por Juan Pablo II en la Basílica de Guadalupe durante su quinta visita pastoral a México.
Comments