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  • Laura Meléndez

Hace 159 años se estrenó una de las grandes obras de Richard Wagner

El compositor alemán Richard Wagner fue uno de los favoritos del dictador nazi, Adolfo Hitler… pero hoy no lo recordamos por eso, sino por cuestiones más positivas…

 

Un día como hoy, 10 de junio, pero de 1865, estrenó la ópera “Tristan e Isolda”, una de las principales obras culturales de la edad media y referente de la evolución cultural de la música del post romanticismo y otros movimientos culturales del siglo XIX.

 

Wagner compuso esta obra entre 1857 y 1859, pero en realidad su trabajo no pudo ser tal si no hubiera abandonado su cargo como director de la Ópera de Dresde en 1849, pues fue arrestado ese año por participar en la Revolución de Mayo en la cual existía el dilema entre mantener la República o establecer una Monarquía Constitucional. Abandonó a su familia y partió a Zurich donde conoció al comerciante Otto Wesendonck, quien financió sus proyectos por años. Fue por él que se sintió intrigado por la leyenda de Tristán e Isolda, historia de amor medieval entre un Caballero de la Mesa Redonda y una princesa irlandesa que surgió cuando beben una poción de amor enamorándose con pasión.

 

La historia cuenta las aventuras y obstáculos de la pareja, y deja de lado normas y sentidos morales centrando su atención en los sentimientos de los protagonistas. Por ello marcó el redescubrimiento de la poesía germánica medieval que dejó gran impacto en el Romanticismo de Alemania a mediados del siglo 19 así como en la literatura; esto, junto con su descubrimiento de la filosofía de Arthur Schopenhauer, quien dice que “la voluntad es un impulso”, llevó a Wagner a encontrarse en un estado de ánimo serio que intentaba encontrar una expresión de éxtasis que encontró al escribir esta obra.

 

A fines de 1854, Wagner esbozó los 3 actos de la ópera sobre el tema de Tristán, terminándolo en agosto de 1859; después de una desastrosa representación en la Ópera de París, Richard ofreció la obra a la ópera de Karlsruhe en 1861, pero tras visitar la Ópera de la Corte de Viena para hacer pruebas de producción, los gerentes austriacos sugirieron representarla allí, sin embargo y tras 70 ensayos entre 1862 y 1864, no se presentó en Viena, ganando reputación de “no ser representable”.

 

Fue después del apoyo del Rey Luis de Baviera cuando hubo recursos para montar el estreno; Hans von Bülow fue elegido para dirigir la producción en la Ópera de Múnich, a pesar de que Wagner tenía una aventura con Cosima, la mujer del compositor, quien a la postre se convirtió en su esposa. El estreno planeado para el 15 de mayo de 1865 se pospuso porque la protagonista Malvina Schnor se había quedado ronca, por lo que la obra se estrenó el 10 de junio de ese año. Ludwig Schnorr cantó el papel de Tristán y Malvina  cantó Isolda.

 

El 21 de julio de 1865, después de cantar el papel cuatro veces, Ludwig murió repentinamente, lo que impulsó la especulación de que el agotamiento que implicó cantar el papel de Tristán lo había matado; el estrés de representar Tristán también reclamó las vidas de los directores Felix Mottl en 1911 y Joseph Keilberth en 1968. Malvina se hundió en una depresión tras la muerte de su marido y nunca más cantó.

 

La siguiente producción de Tristán fue en Weimar en 1874, y Wagner supervisó la puesta en Berlín en marzo de 1876… Tristán e Isolda es una de las óperas más populares; ocupa el lugar 39 de las 100 óperas más representadas en el período 2005-2010, la octava en Alemania y la cuarta de Wagner, después de El Holandés Errante, El Oro del Rin y La Valquiria.


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