Uno de los estados republicanos más activos en la persecución de migrantes es el de Texas, y ahora, el gobierno de esta entidad de Estados Unidos anunció que ponía a disposición de la futura Administración del expresidente convicto Donald Trump, un rancho ubicado en la frontera con México para que sea utilizado como centro del plan de deportaciones masivas de migrantes irregulares, que prometió el magnate en su campaña electoral.
Según medios estadounidenses, la propiedad fue adquirida por Texas en octubre pasa, se localiza en una zona rural del condado de Starr, en Rio Grande Valley, y fue ofrecida a Trump en una carta enviada por Dawn Buckingham, comisionada de tierras del estado.
La prensa texana señala que la propuesta es analizada, y la comisionada indicó que Texas es "un buen socio" para el Gobierno federal, asegurando que busca ayudar a la próxima Administración del republicano.
Buckingham sostuvo que su oficina “está totalmente dispuesta a llegar a un acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional, ICE o la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos para permitir que se construya una instalación para el procesamiento, detención y coordinación”.
La misiva subraya que el terreno consta de 566 hectáreas y se ubica junto al Río Bravo.
El Gobierno de Texas considera que el plan de Trump representará "la mayor deportación de criminales violentos en la historia" de Estados Unidos, y este rancho, según la funcionaria, se encuentra "muy bien ubicado", aunque está en un condado que cuenta con un hospital público y recursos locales limitados. El predio es de uso agrícola y se producen productos, incluyendo, cebollas, grano, maíz y algodón.
La posibilidad de la aplicación de una estrategia para deportar a las personas migrantes irregulares que se encuentran en Estados Unidos aumentó el 18 de noviembre cuando Trump confirmó que declararía una emergencia nacional para ese fin.
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