El expresidente convicto Donald Trump, que a diferencia de millones de migrantes en Estados Y, tiene cuentas pendientes con la justicia de Estados Unidos, salió está mañana de martes a ofrecer un mensaje que no fue una disculpa no de lejos, tras comentarios racistas de algunos oradores en su mitin del fin de semana en Nueva York.
El candidato republicano apareció ante la prensa en Oalm Beacj, y en lugar de ofrecer disculpas afirmó que fue un “honor estar involucrado” en ese evento.
Peor aún describió lo ocurrido en el mitin como un “festival de amor”, al hablar ante periodistas y simpatizantes en su mansión de Mar-a-Lago, a una semana de la elección presidencial.
El acto proselitista del domingo en el Madison Square Garden trajo consigo comentarios groseros de oradores como el comediante Tony Hinchcliffe que bromeó diciendo que Puerto Rico era una “isla flotante de basura”.
No pudo hacer erlo expresado sin el conocimiento de los organizadores del evento, quienes incluso, llegan a preguntar por el contenido de los discursos de los oradores.
Aliados republicanos de Trump han criticado los comentarios, y su campaña se distanció de la broma de Hinchcliffe, aunque no de los otros comentarios, y no hubo ninguna condena expresa.
"Festival de amor" es la misma fraseque ha usado el expresidente convicto para describir el asalto del 6 de enero en el Capitolio de Estados Unidos, hecho por el cual no ha rendido cuentas con el apoyo de la Corte Supremo, en la que algunos de sus miembros fueron promovidos por el magnate.
Según Donald Trump "nunca ha habido un evento tan hermoso” como el mitin del domingo por la noche en Nueva York, en donde
los oradores también hicieron comentarios racistas sobre latinos, afroestadounidenses, judíos y palestinos, además de insultos sexistas contra la candidata demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris y la exsecretaria de Estado Hillary Clinton.
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