El síndrome de Guillain-Barré constituye la primera causa de parálisis flácida aguda en los hospitales de primer y segundo nivel de atención en México, se considera una enfermedad rara debido a los pocos casos reportados por cada 100 mil habitantes, es un trastorno poco común en el cual el sistema inmunológico del cuerpo ataca parte del sistema nervioso periférico.
Desde el inicio de la pandemia del COVID-19, esta condición de salud tomó relevancia, ya que, en ciertos casos extremadamente raros, algunas personas presentaron este síndrome ya sea después de la infección causada por este virus o después de haber sido vacunado contra él.
Al respecto la Dra. Bing Liao, médico neurólogo y especialista neuromuscular del Hospital Houston Methodist, explicó que, “la causa real de esta condición es básicamente desconocida; se cree que es un trastorno autoinmune en el cual el sistema inmunológico disfuncional de un paciente ataca a su propio sistema nervioso periférico”.
Agregó que para diagnosticar con precisión el síndrome de Guillain-Barré, “es importante observar los signos clínicos. Los pacientes a menudo presentan debilidad muscular de inicio agudo o subagudo, que progresa de manera ascendente: los síntomas a menudo comienzan en los dedos de los pies o en todo el pie, progresa gradualmente hacia las piernas, el torso y los brazos. Los pacientes pueden quedar en silla de ruedas o en cama en cuestión de días. Algunos pacientes incluso pueden desarrollar debilidad en el cuello, la cara y los músculos respiratorios, causando dificultad para hablar, tragar y respirar.”
La mayoría de los pacientes “desarrollan síntomas sensoriales junto con debilidad muscular, en los que experimentan entumecimiento, hormigueo, sensación de ardor y dolor. Es importante realizar un examen neurológico detallado para evaluar el deterioro del sistema nervioso periférico”.
La especialista afirmó que, “normalmente, los estudios de imagen como las resonancias magnéticas se realizan para descartar etiologías estructurales que causen daño a los nervios. Se realiza una punción lumbar para obtener líquido cefalorraquídeo, cuyo examen podría revelar evidencia de inflamación nerviosa.”
Con respecto a la relación de este síndrome con la infección por COVID-19 o la vacuna, la Dra. Liao explicó que, “cuando se observa la literatura, hay informes de personas que desarrollan esta afección ya sea con la infección por COVID-19 o con la vacunación, aunque se considera que es algo raro.”
En cuanto a si es seguro vacunarse cuando hay antecedentes de síndrome de Guillain-Barré, la especialista del Hospital Houston Methodist explicó que, “actualmente, las pautas de los CDC (Centros para el Control de Enfermedades de los Estados Unidos), establecen que la mayoría de las personas con afecciones médicas subyacentes (incluido el síndrome de Guillain-Barré), pueden ser vacunadas contra COVID-19. Se recomienda que las personas consulten a sus médicos para tomar una decisión informada.”
La Dra. Bing Liao explicó también que, “los tratamientos para el síndrome de Guillain-Barré en situaciones agudas consisten en dos aspectos principales: uno es la atención de apoyo que incluye una estrecha vigilancia y apoyo a la disfunción autonómica, cardíaca y respiratoria, el tratamiento del dolor neuropático y la rehabilitación física. El otro aspecto es a través de inmunoterapia”.
“En el Hospital Houston Methodist, tenemos dos tratamientos principales de inmunoterapia. Uno es IVIg, que es una inmunoglobulina que se infunde a los pacientes por vía intravenosa. Aunque el mecanismo de acción real no está aún claro, se cree que bloquea/neutraliza los anticuerpos dañinos que atacan los nervios”.
Otro tratamiento es la “plasmaféresis terapéutica, que reemplaza el plasma del paciente con plasma fresco de donantes. Creemos que así podemos eliminar mecánicamente los anticuerpos dañinos del sistema para evitar que ataquen los nervios”, concluyó la especialista.
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