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  • Laura Meléndez

Escritor de los que dejaron huella es Franz Kafka

Un día como hoy, 3 de junio, pero de 1924, murió Franz Kafka, quien nació en Praga el 3 de julio de 1883. 

 

Desde el comienzo, quien marcó la pauta de la educación de Franz fue el padre que, como resultado de su propia experiencia, insistió en la necesidad del esfuerzo continuado para superar todas las dificultades de la existencia, siempre desde una actitud de autoritarismo y prepotencia hacia sus hijos.

 

El pequeño recibió su nombre en honor al emperador Francisco José y fue el mayor de seis hermanos, tres de ellas mujeres. Tras la ocupación de Checoslovaquia, los nazis llevaron a las hermanas al ghetto de Łódź, y una de ellas fue enviada al campo de exterminio de Auschwitz donde murió en la cámara de gas.

 

Franz Kafka cursó sus primaria entre 1889 y 1893, la secundaria entre los diez y los dieciocho años en el Instituto de Enseñanza Media Imperial Real y en los últimos años de su adolescencia se hizo miembro de la Escuela Libre» anticlerical; Leía ávidamente a Nietzsche, Darwin y Haeckel, sentía verdadero entusiasmo por el socialismo y el ateísmo, y a los 14 años, Kafka realizó sus primeros intentos como escritor, pero los destruyó al percibir la diferencia entre sus trabajos y los de sus compañeros de clase,.

 

Obligado por su padre, estudió Derecho. El profesor Alfred Weber (hermano de Max Weber), que explicaba sociología, dirigió su tesis doctoral., y a Kafka le impresionó la forma en que Weber analizaba la sociedad industrial y sus peligros. Obtuvo el doctorado en leyes el 18 de junio de 1906.

 

Se interesó por la mística y la religión judías que ejercieron sobre él una notable influencia y favorecieron su adhesión al sionismo. Su proyecto de emigrar a Palestina se vio frustrado en 1917 al padecer los primeros síntomas de tuberculosis, que sería la causante de su muerte. A pesar de la enfermedad, Franz Kafka se dedicó intensamente a la literatura, que nos llegó en contra de su voluntad, pues ordenó a su íntimo amigo y consejero literario Max Brod que, a su muerte, quemara todos sus manuscritos.

 

En la línea de la Escuela de Praga, la escritura de Kafka se caracteriza por una vocación metafísica y una síntesis de absurdo, ironía y lucidez. En 1913, el editor Rowohlt publicó su primer libro que reunía extractos de su diario personal, fragmentos en prosa de una inquietud espiritual penetrante y un estilo innovador, lírico, dramático y melodioso. Sin embargo, el libro pasó desapercibido y los siguientes tampoco obtendrían éxito.

 

El estallido de la Primera Guerra Mundial y el fracaso de un noviazgo en el que había depositado todas sus esperanzas señalaron el inicio de una etapa creativa prolífica. Entre 1913 y 1919 Franz Kafka escribió El proceso,

 

La metamorfosis y La condena y publicó El chófer, que incorporaría más adelante a su novela América, En la colonia penitenciaria y el volumen de relatos Un médico rural. En 1920 abandonó su empleo, ingresó en un sanatorio y tiempo después, se estableció en una casa de campo en la que escribió El castillo.

 

En la navidad de 1923, Kafka contrajo una pulmonía que al final le obligó a regresar al hogar paterno en Praga. Al agravarse la enfermedad ingresó en el sanatorio de Wiener Wald, cerca de Viena, donde sufrió un ataque de tuberculosis de laringe, de manera que en sus últimas semanas se alimentó principalmente de líquidos, y fue trasladado a la clínica universitaria de Viena, donde falleció el 3 de junio.

 

La existencia atribulada y angustiosa de Kafka se refleja en el pesimismo irónico que impregna su obra, que describe, en un estilo que va desde lo fantástico de sus obras juveniles al realismo más estricto, trayectorias de las que no se consigue captar ni el principio ni el fin. 

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