Envía Francisco bendición al mundo y usa el papamóvil de nuevo

"Queridos hermanos y hermanas, ¡feliz Pascua!”: Estas fueron las breves palabras del Papa Francisco al asomarse este Domingo de Pascua a la logia central de la Basílica de San Pedro para la bendición "Urbi et Orbi".

Esto se produjo al final de la misa presidida por el Cardenal Angelo Comastri, por decisión del Pontífice.

En el mensaje pascual, leído por Monseñor Diego Ravelli, Maestro de las Ceremonias Litúrgicas Pontificias, el pontifice reiteró su llamado al alto el fuego en Gaza, pidió la liberación de los rehenes israelíes y el envío de ayuda humanitaria a los hambrientos.

El obispo de Roma recordó que la paz no es posible sin un verdadero desarme, y aclaró que "la exigencia que cada pueblo tiene de proveer a su propia defensa no puede transformarse en una carrera general al rearme".

"¡Cuánta voluntad de muerte vemos cada día en los numerosos conflictos que afectan a diferentes partes del mundo. Cuánta violencia percibimos a menudo también en las familias, contra las mujeres o los niños. Cuánto desprecio se tiene a veces hacia los más débiles, los marginados y los migrantes", dijo el papá en su texto.

"Quisiera que volviéramos a tener esperanza en que la paz es posible", señalo vicario de Cristo, y una vez más, se mostró próximo al sufrimiento de los cristianos en Palestina y en Israel, así como a todo el pueblo israelí y a todo el pueblo palestino.

De igual manera, expuso su preocupación por el "creciente clima de antisemitismo que se está difundiendo por todo el mundo". Al mismo tiempo, Francisco tiene presente a la comunidad cristiana de Gaza, "donde el terrible conflicto sigue llevando muerte y destrucción, y provocando una dramática e indigna crisis humanitaria".

El lider de la iglesia católica instó a las partes beligerantes a cesar el fuego, liberar los rehenes y prestar ayuda a la población "que tiene hambre y que aspira a un futuro de paz".

Francisco también invitó a orar por las comunidades cristianas del Líbano y de Siria, "que ansían la estabilidad y la participación en el destino de sus respectivas naciones". Además, se refirió al pueblo de Yemen, que está viviendo una de las peores crisis humanitarias "prolongadas" del mundo a causa de la guerra y solicitó "buscar soluciones por medio del diálogo constructivo".

De manera sorpresiva, Francisco se subió al papamóvil y recorrió la Plaza de San Pedro, saludando a los entusiasmados peregrinos presentes