En entrevista publicada este martes, el jefe del equipo médico que atendió al papa Francisco desde febrero pasado en el Policlínico Gemelli afirmó que el pontífice estuvo muy cerca de la muerte como consecuencia del cuadro de neumonía con el que llegó el 15 de febrero nosocomio en el que permaneció 38 días.
De hecho, hubo un momento a finales del mes pasado en el que el equipo médico consideró la posibilidad de suspender el tratamiento para que el líder máximo de la iglesia católica descansara en paz.
Sergio Alfieri, doctor del hospital Gemelli de Roma y jefe de su equipo médico que atendió al vicario de Cristo, precisó que luego de que se presentara una crisis respiratoria el 28 de febrero cuando el Papa casi se atraganta con su vómito, "existía un riesgo real de que no sobreviviera".
Cuestionado por el periódico italiano Corriere della Sera, Alfieri comento que "tuvimos que elegir entre parar ahí y dejarlo ir, o seguir adelante y aplicar todos los medicamentos y terapias posibles, con el mayor riesgo de dañar sus otros órganos".
"Al final, optamos por este camino", destacó el doctor.
Francisco fue dado de alta el pasado domingo a su residencia de Santa Marta en el Vaticano el domingo pasado, luego de su ingreso al Gemelli el 14 de febrero por el cuadro de bronquitis que derivó en neumonía bilateral, afección delicada para el obispo de Roma, toda vez que en su juventud y le extirparon parte de un pulmón.
Mientras tanto, la oficina de prensa del Vaticano informo hoy que el pontífice continúa su tratamiento farmacológico y la fisioterapia, en especial la rehabilitación respiratoria "para recuperar completamente el uso de la respiración y el habla".
Luego de una prolongada hospitalización como consecuencia del problema de salud más grave desde su elección en 2013, el papa debe estar convaleciente al menos dos meses y no se prevén apariciones públicas en lo inmediato.
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