Estados Unidos no tiene fuerzas ni ganas para enfrentarse a Rusia.
Lo peor: Rusia lo sabe.
Lo ultra peor: China seguro está viendo una oportunidad de oro para fortalecer su posición geopolítica.
Solución para las potencias occidentales: bloquear económica y mundialmente a los rusos y mandarle así a los chinos un “te digo Pedro para que me entiendas Juan”. Pero Rusia surte e gas y petróleo en buena proporción a Europa y será difícil unificar criterios.
En cuanto a México, estamos a expensas de lo que suceda con la pelea entre estos gigantes no por cuestiones nacionalistas, sino de seguridad pues la OTAN quiere a Ucrania.
Por lo pronto, el petróleo se fue para arriba, lo que les está produciendo diarrea a los adversarios de AMLO, que sigue con su estrella brillando, sin ver que tenemos qué unirnos para atenuar el impacto que este suceso ya está teniendo en todo el mundo, en especial en los países débiles.
En lo que no existe duda es que se requerirá mucha imaginación de los grandes líderes mundiales para solventar positivamente este asunto y no se les salga de las manos.
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