El equipo del empresario y empleado sin cartera de Estados Unidos, Elon Musk, parece querer aprovecharse del cargo que le dió su íntimo amigo Donald Trump, y está eliminando puestos de trabajo en la agencia de seguridad vehicular que supervisa a Tesla, una de las empresas del hombre más rico del mundo.
Dicha agencia de seguridad tiene en marcha investigaciones sobre accidentes mortales en los que han estado involucrados automóviles de la empresa de Musk.
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) ha eliminado una cantidad de puestos reducida, y Musk la acusa de frenar el avance en la tecnología de conducción autónoma con sus investigaciones y retiro de vehículos.
Cuestionada si los recortes afectarían alguna investigación sobre Tesla, la agencia pidió que se consulte su comunicado, según el cual “hará cumplir la ley a todos los fabricantes de vehículos y equipos de motor”.
Los recortes de empleos en la NHTSA implementados por el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), la oficina de Musk para reducir el tamaño del gobierno, fueron reportados por The Washington Post.
Aparte de las investigaciones sobre vehículos parcialmente automatizados de Tesla, la NHTSA ordenó que esa empresa y otros fabricantes de automóviles que usan tecnología de conducción autónoma informen sobre los datos de accidentes de los vehículos, norma que no le gusta a Tesla y que los organismos de control temen sea eliminada.
Las reducciones de personal se han realizado mediante una combinación de despidos individuales, retiros voluntarios y despidos masivos, y la agencia destaca que "aún con estas modestas medidas de eficiencia, la NHTSA sigue siendo considerablemente más grande hoy que hace 4 años”, agregando que “hemos mantenido puestos indispensables para la misión de salvar vidas, prevenir lesiones y reducir los costos económicos debidos a accidentes de tráfico”.
Algo que no le gusta a Musk.
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