La empresa norteamericana Baker Hughes, salió al paso del asunto relacionado con la casa rentada en Houston por José Ramón López Beltrán, hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador, y en su calidad de contratista de Petróleos Mexicanos, descartó algún conflicto de interés entre el inmueble y su relación como proveedor de Pemex
Luego de la aparición de un reportaje en el que se busca relacionar el estilo de vida del hijo mayor del presidente con la casa y el hecho de que pudo haber sido rentada a un contratista de Pemex llamado Keith Schilling, Baker Hughes aclaró este lunes que “la residencia en cuestión nunca ha sido propiedad ni ha sido gestionada directa o indirectamente por la empresa".
Schilling, trabajó en Baker Hughes entre 2016 y 2019, sin participar nunca en asuntos relacionados con México o clientes mexicanos, dice la empresa.
La firma expresó en conferencia de prensa que luego de encargar a una firma de abogados la revisión de los contratos establecidos con Pemex y exhibidos por MCCI y Latinus, no encontró conflicto de interés con la petrolera mexicana.
Asimismo, aclara que no tuvo participación alguna en el arrendamiento de la casa de Houston a Carolyn Adams, pareja de López Beltrán, y “niega cualquier conflicto de interés en relación con información relativa al arrendamiento de la propiedad privada de este exejecutivo y nuestras operaciones en México".
Precisa que "Baker Hughes nunca fue consultada ni tuvo conocimiento de la transacción de arrendamiento. La empresa tuvo conocimiento de dicha transacción cuando esta apareció en los medios de comunicación, al ser una operación entre privados".
Baker Hughes también defendió que Pemex detallara los contratos entre ambas partes y sus procesos de licitación y adjudicación, conforme al marco legal.
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