La misión de mantenimiento de paz de la ONU en el sur del Líbano (FINUL) reveló este viernes que soldados israelíes “dispararon” de nueva cuenta contra un puesto de observación de los cascos azules en la aldea de Dhayra, en el sur del Líbano.
En un comunicado, la FINUL señala que esto ocurrió el pasado martes, y que mientras soldados israelíes realizaban “operaciones de limpieza de viviendas cercanas” a su puesto en Dhayra, apuntaron contra la posición de los efectivos de la ONU, que tuvieron que retirarse “para evitar que les dispararan”.
La misión de la ONU dice que el Ejército israelí “ha exigido repetidamente que la FINUL desocupe sus posiciones a lo largo de la Línea Azul” entre el Líbano e Israel, donde están destacados los cascos azules para monitorear la franja fronteriza.
Ratificó que el ejército hebreo “ha dañado deliberadamente equipos de cámaras, iluminación y comunicaciones en algunas de esas posiciones” ,e insistió que, “a pesar de la presión que se ejerce sobre la misión” los elementos de la FINUL “siguen en sus puestos y cumpliendo con su tarea”.
Posteriormente, la misión de la ONU dijo en otro comunicado que el 23 de octubre “un centro médico en una posición de la FINUL en Beit Leif fue alcanzado por un proyectil o cohete de origen desconocido, lo que causó daños a los edificios”, al tiempo que enumeró una serie de incidentes “de origen desconocido” en los que “ningún miembro de las fuerzas de paz resultó herido”.
Los cascos azules han registrado enfrentamientos en las aldeas de Alma al Shaab, Aitaroun, Bint Jbeil, Hanin, Houla, Kunin, Labbouneh, Markaba, Maroun al Ras, Meiss al Jabal, Ras Naqoura y Yaroun, desde el inicio de la invasión terrestre del sur del Líbano de Israel.
La misión comandada por España agrega que “seguiremos cumpliendo con nuestras tareas de vigilancia e información”, al tiempo que recordó al ejército judío y “a todos los actores”, en referencia al grupo Hezbolá, sus obligaciones de garantizar la seguridad del personal y los bienes de Naciones Unidas.
Añadió que “cualquier ataque deliberado contra ellos constituye una grave violación del derecho internacional humanitario y de la resolución 1701” del Consejo de Seguridad de la ONU, que puso fin a la guerra de un mes librada en 2006 entre Israel y el grupo chiita.
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