La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos denunció ante el Consejo de Derechos Humanos que la ofensiva rusa en Ucrania está generando un impacto enorme en los derechos humanos de millones de personas en todo el país.
Durante un debate urgente sobre la situación de los derechos humanos en Ucrania, Michelle Bachelet destacó que continúan intensificándose las operaciones militares sobre y cerca de grandes ciudades, incluida la capital, Kiev y destacó que Volnovakha, en la región de Donetsk, ha quedado casi completamente destruida por los bombardeos, y que sus residentes permanecen escondidos en los sótanos.
La andina confirmó 752 bajas de civiles con un balance de 227 muertos, 15 de ellos niños. La mayoría de estas víctimas se produjeron en las regiones de Donetsk y Luhansk, aunque Bachelet reconoció que las cifras reales serán mucho más elevadas debido al alto número de víctimas pendientes de confirmación.
“La mayoría de las víctimas civiles fueron causadas por el uso de artillería pesada, lanzamientos múltiples de cohetes y ataques aéreos en zonas pobladas, con informes preocupantes sobre el uso de municiones de racimo contra objetivos civiles”, detalló y pidió el cese inmediato de ese tipo de ataques en zonas urbanas.
Bachelet destacó que también se han producido daños considerables en objetivos civiles, tales como hospitales, escuelas y guarderías.
Al mismo tiempo, explicó que las infraestructuras esenciales resultaron muy dañadas, con cortes en el suministro de electricidad y agua, y el acceso a la atención.
Citando cifras de la Agencia de la ONU para los Refugiados destacó que más de 2 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares. Un millón como desplazados internos y el resto como refugiados en los países vecinos. Estos últimos viajando durante días en bicicleta o a pie y en condiciones gélidas con temperaturas bajo cero grados centígrados.
Aunque alabó la acogida que han recibido los ucranianos que abandonan el país, destacó que esta bienvenida debe ampliarse a todas las personas que huyen del conflicto, independientemente de su ciudadanía, etnia, estatus migratorio u otro.
A su vez el director general de la Organización Internacional para las Migraciones, António Vitorino, expresó que "la discriminación por motivos de raza, etnia, nacionalidad o estatus migratorio es inaceptable".
"Deploro cualquier acto de este tipo y pido a los Estados que investiguen esta cuestión y la aborden de inmediato”, dijo
Vitorino, y aplaudió la propuesta de la Comisión Europea de activar la Directiva sobre Protección Temporal para ayudar a las personas que huyen de Ucrania y pidió a los Estados miembros que garanticen la inclusión de los nacionales de terceros países en dichas medidas de protección.
También se sumó a la condena la relatora especial de las Naciones Unidas sobre las formas contemporáneas de racismo, Tendayi Achiume, quien denunció las amenazas racistas y el trato xenófobo que reciben las personas no blancas que huyen de Ucrania.
Bachelet también recordó que decenas de millones de personas todavía permanecen en el país, con miles de personas, entre ellas ancianos, mujeres embarazadas, así como niños y personas con discapacidad, obligadas a reunirse en refugios subterráneos y estaciones de metro para escapar de las explosiones.
Finalmente, recordó que su Oficina ha supervisado “de forma exhaustiva y constante la situación de los derechos humanos en Ucrania” durante los últimos 8 años, centrándose en las zonas en conflicto del Donbás, así como en la República Autónoma de Crimea y la ciudad de Sebastopol, ocupadas por la Federación de Rusia desde 2014.
Tras una semana de la ofensiva rusa en Ucrania y superarse la cifra del millón de refugiados, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas que vela por sus derechos explicó que tras cuatro décadas de experiencia en contadas veces ha visto “un éxodo tan rápido como éste”.
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