La Comisión de Bolsa y Valores (SEC) interpuso una demanda civil contra el magnate sudafricano Elon Musk por presunto fraude de valores cuando compró en 2022 de la red social Twitter, a la que le cambió el nombre para llamarla X.
La querella contra el hombre más rico del mundo indica que Musk no informó en su momento sobre la acumulación de una participación activa en Twitter como estaba obligado a hacerlo, cosa que le habría permitido adquirir acciones a "precios artificialmente bajos".
La acusación de la SEC ser produce a menos de una semana de que el mandatario demócrata Joe Biden, entregue el mando de Estados Unidos al presidente convicto, Donald Trump, quien tiene a Musk como un de sus asesores más cercanos al grado de convertirlo prácticamente en un funcionario sin cartera.
En este contexto, Musk dijo que la SEC es una "organización totalmente rota", y afirmó que "gasta su tiempo en mierdas como esta cuando hay tantos delitos reales que quedan impunes".
Musk adquirió a Twitter por 44 mil millones de dólares en octubre del 2022, pero se asegura que desde principios de ese año habría acumulado el 9% de las acciones de la empresa sin revelarlo públicamente en tiempo, toda vez que la reglamentación de la Comisión de Bolsa y valores obligan a revelar una participación mayor al 5 % en una empresa en un periodo de 10 días, y Musk no lo hizo.
La maniobra le permitió al hombre más acaudalado del mundo seguir comprando acciones por valor de unos 500 millones de dólares, lo que le permitió ahorrándose cerca de 150 millones de acuerdo con la SEC.
Alex Spiro, uno de los abogados del empresario, dijo en un comunicado que su cliente "no ha hecho nada malo" y calificó la demanda como un fraude, en tanto que los reguladores que interpusieron la acusación ante un tribunal federal del Distrito de Columbia, piden que Musk devuelva las ganancias obtenidas por esa vía, además de que pague una multa.
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