Luego de las decenas de muertos que dejó la semana pasada el enfrentamiento entre disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y el Ejército Nacional de Liberación, el presidente colombiano, Gustavo Petro, decretó el "estado de conmoción interior y emergencia económica" en Catatumbo, donde se registraron los choques.
El mandatario escribió en su cuenta de X que "se declara el estado de conmoción interior y el estado se emergencia económica. Espero del Poder Judicial su apoyo".
Expresó que "el copamiento militar siempre se desarrollará con la transformación económica de las regiones bajo violencia", respondiendo así a un video difundido por el Frente de Guerra Nororiental del ELN 'Manuel Pérez Martínez' dirigido al Frente 33 de las extintas FARC, en el que instaban a los combatientes a deponer las armas y a entregarse, pues sus jefes estarían "disfrutando de la buena vida", mientras que ellos, estarían fungiendo de "carne de cañón".
Petro dijo que "habla de los otros pero se refiere a sí mismo. Han perdido la inteligencia. La revolución solo se puede hacer con el pueblo y sin violencia. Es la paz la bandera revolucionaria porque es la bandera de la vida".
La medida fue evaluada por el Consejo de Ministros y el presidente, ya que según la Constitución de Colombia, el Gobierno puede declarar el estado de excepción "para repeler la agresión, defender la soberanía, atender los requerimientos de la guerra, y procurar el restablecimiento de la normalidad".
La Defensoría del Pueblo reporta por su parte que unos 11 mil lugareños, incluyendo familias enteras de comunidades indígenas, debieron huir de sus hogares en Tibú, Ocaña y Cúcuta y buscar refugio en la montaña.
La crisis comenzó con los enfrentamientos entre la guerrilla del ELN y disidencias de las FARC, y obligó al mandatario colombiano a suspender el diálogo con el ELN, grupo al que acusa de cometer "crímenes de guerra", tras reportarse la muerte por lo menos 30 civiles.
La denuncia fue elevada ante la ONU esta misma jornada por el canciller Luis Gilberto Murillo.
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