Un reporte de la agencia de noticias bielorrusa Belta, asegura que delegaciones diplomáticas de los gobiernos de Rusia y Ucrania comenzaron este lunes sus conversaciones, días después de que Rusia invadiera Ucrania.
Antes del inicio de la reunión, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, pidió a los rusos un alto el fuego "inmediato" y la retirada de sus tropas, cosa que no ocurrió.
Mientras tanto, el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, dijo hoy que la Santa Sede "está dispuesta a facilitar la negociación entre Rusia y Ucrania", propuesta hecha horas antes de que comenzaran las conversaciones entre las partes en Bielorrusia.
En entrevista a varios diarios italianos, el funcionario vaticano señaló que "la Santa Sede, que en los últimos años ha seguido constantemente, discretamente y con gran atención, los acontecimientos en Ucrania, ofreciendo su disponibilidad para facilitar el diálogo con Rusia, está siempre dispuesta a ayudar a las partes a retomar el camino del diálogo".
El portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Ígor Konashénkov, afirmó durante una rueda de prensa que fue Kiev y no Moscú quien inició las hostilidades militares, ya que ucrania lleva 8 años atacando a la población de Donbass, región que fue reconocida como independiente por el Kremlin para abrir la puerta al ataque ruso en Ucrania.
"Rusia no comenzó las hostilidades. Rusia las está finalizando" según Konashénkov, quien recordó que "la guerra del régimen de Kiev y el exterminio sistemático de los habitantes de Donbass se prolongan desde hace 8 años", añadiendo que durante todos estos años de "guerra" llevada a cabo por Kiev "más de 14 mil personas murieron".
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