Sara García Hidalgo, es el nombre completo de la “Abuelita de México”, Doña Sara García, nacida el 8 de septiembre de 1895 y fallecida justo un día como hoy, 21 de noviembre, pero de 1980, a la edad de 85 años.
Sarita, originaria de Orizaba, Veracruz, fue la onceava hija de 2 españoles originarios de Andalucía y la única sobreviviente, pues los otros 10 fallecieron.
A principios de 1900, Sara se contagió de tifus e infectó a su madre, quien falleció meses después. Su buena conducta y excelentes calificaciones permitieron que continuara en el colegio e incluso se convirtiera en la suplente del profesor de dibujo, gracias a su gran sensibilidad artística e inclinación por la pintura.
Su debut como actriz tuvo lugar en 1917, cuando el director, actor y funcionario de Azteca Films, Joaquín Coss la invitó a participar en lo que sería su primera película, "En defensa propia".
El cine la llevó al teatro y comenzó a interpretar papeles pequeños. Fue así que se integró a la "Compañía de Comedia Selecta" en el teatro Virginia Fábregas, donde compartió escenario con el primer actor Eduardo Arozamena "El Nache", la actriz Sara Uthoff y los más acreditados histriones de esa época. En poco tiempo, su magnífica dicción y pujante voz le dieron prestigio y le permitieron formar parte del repertorio de las compañías más destacadas del momento: Mercedes Navarro, Prudencia Griffél y las hermanas Anita e Isabel Blanch.
Su nueva vida la llevó a viajar por la República, pasando de compañía en compañía, siendo en la de Mercedes Navarro donde conoció a Fernando Ibáñez, con quien contrajo nupcias y viajó durante más de dos años por todo el país y Centroamérica, hasta que en una parada en Tepic dio a luz a su única hija, Fernanda Mercedes.
Tiempo después la relación con Ibáñez terminó y Sara retomó su trabajo como actriz de teatro. Comenzó a ser solicitada para papeles en el cine sonoro y obtuvo su primer rol estelar en la cinta "Así es la mujer" en 1936. A esta le siguieron "No basta ser madre" en 1937, en la que también su hija incursionó en la actuación; así como "Por mis pistolas" de 1938 y "Papacito lindo" en 1939, tras lo cual sufrió la muerte de su hija a causa de fiebre tifoidea en 1940.
Su leyenda como "La Abuelita del Cine Nacional" surgió con la filmación de la cinta "Allá en el trópico" en 1940, de Fernando de Fuentes, pues a pesar de ser muy joven interpretó el papel de una anciana. Para aparentar la edad del personaje que interpretó se apoyó en una peluca que, según sus propias palabras, "fue una obra maestra", así como por la carencia de todos sus dientes, que ella misma se había mandado a quitar para interpretar un papel en teatro. Además, se mandó fracturar una rodilla para tener un uso natural del bastón.
Sin duda, los más recordados de estos personajes que interpretó son los de abuela del ídolo de México, Pedro Infante, en las películas "Los tres García" y "Vuelven los García", ambas de 1946; así como "La tercera palabra", junto a Prudencia Griffél y Marga López.
Aparte de su carrera cinematográfica, Sara marcó pauta en la radio y la televisión, aunque su paso por los dos nunca fue tierno y amoroso, pues hay quien la recuerda siempre por su mal carácter y sus poses de diva. Su debut en la televisión fue en 1952 en un programa titulado "Media hora con la abuelita", que fue un rotundo fracaso. En 1960 Fernando Villeli escribió "Un rostro del pasado", impactante telenovela del género policíaco que resultó ser todo un éxito, al que siguieron "La gloria quedó atrás", "La duquesa" entre otras.
Su regreso a la televisión, en 1974, fue triunfal al interpretar a la nana "Tomasina" en la telenovela "Mundo de juguete", que duró más de cuatro años, con lo que se convirtió en la consentida de los niños; a esa popularidad se sumó el que se convirtiera en la imagen de una marca de chocolate de mesa, misma que se conserva hasta la actualidad, y su último proyecto en la pantalla chica fue la telenovela "Viviana" junto a Lucía Méndez, en la que tuvo una breve aparición, aunque con un personaje muy especial.
Sara García fue una excelente actriz que lo mismo lloraba que hacía escenas serias o cómicas, por lo que pocos imaginaban que detrás de ese disfraz de abuela dulzona o madre abnegada se ocultaba una mujer de fuerte temperamento, disciplinada y que siempre dio su máximo esfuerzo en cada uno de sus papeles.
La "Abuelita de México" murió el 21 de noviembre de 1980, en el Centro Médico capitalino. debido a un paro respiratorio que surgió de una neumonía. Días antes había sido hospitalizada después de lesionarse al caer por las escaleras de su casa.
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