El papa Francisco criticó la existencia de "determinados programas a menudo supeditados a intereses políticos y económicos" que esconden "formas de condicionamientos ideológico que falsean la labor educativa".
Desde la Sala Clementina del Vaticano, el vicario de Cristo expuso que "la globalización actual entraña un riesgo para la educación", y criticó que estos intereses la convierten en "un instrumento para fines muy distintos de la promoción de la dignidad humana y la búsqueda de la verdad".
Durante una recepción a los participantes del simposio universitario Aprendizaje-Servicio y el Pacto Educativo Global, el obispo de Roma señaló que "las ideologías no nos hacen crecer, sean del signo que sean. Son el enemigo de la maduración"
El papa llamó a los educadores a enseñar a "generar paz, justicia y aceptación entre todos los pueblos, ampliando sus efectos benéficos en colaboraciones cada vez más intensas" y "promover el diálogo entre religiones y el cuidado de nuestra casa común".
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