El Departamento del Trabajo de Estados Unidos informó que la inflación anual de enero pasado registró una tasa no vista en 40 años, cuyos efectos afectan a los consumidores, destruyen las ganancias y abren la puerta a la Reserva Federal para subir las tasas de interés.
El índice de precios al consumidor en la Unión Americana subió 7,5% el primer mes de este 2022 y de manera anualizada, lo que representa el aumento anual más pronunciado desde febrero de 1982, fruto entre otras cosas de la escasez de suministros y trabajadores, el monto tan elevado de los apoyos federales, tasas de interés muy bajas y el fuerte gasto del consumidor durante 2021.
De diciembre a enero, la inflación se ubicó en 0,6%, similar al mes previo, pero por encima de lo que esperaban los economistas, por lo que hay pocos indicios de que la inflación vaya a ceder mucho el futuro cercano: los salarios aumentan al ritmo más rápido en al menos 2 décadas.
Puertos y almacenes están abrumados y muchos trabajadores en los puertos de Los Ángeles y Long Beach, los más ajetreados del país, se enfermaron el mes pasado. Como resultado, muchos productos y suministros siguen escasos.
De igual manera, el alza en los precios eliminó el aumento de los sueldos para la mayoría de los estadounidenses, dejándolos con menos capacidad para pagar alimentos, gasolina, alquiler, cuidado de niños y otras necesidades.
Ahora, la inflación es el mayor factor de riesgo para la economía, el presidente Joe Biden y los demócratas del Congreso en un año en el que habrá elecciones legislativas.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo hace 2 semanas que la Reserva probablemente elevará su principal tasa de interés varias veces este año, la primera posiblemente en marzo. (AP)
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