Antes de que la invasión del ejército de Rusia en Ucrania provocara un fuerte aumento en la cifra de pobres en el mundo, la organización de naciones Unidas dice en un informe que la pandemia de Covid sumió a 77 millones de personas en la pobreza extrema el año pasado.
Agrega que muchos países en desarrollo no pueden recuperarse del golpe dado por la pandemia, debido al agobiante costo de los vencimientos de deuda, antes del impacto añadido de la guerra en Ucrania.
Los países ricos pudieron ayudarse en su recuperación con una cantidad enorme de préstamos a tasas de interés muy bajas, pero las naciones pobres gastaron miles de millones en pagar deudas con tasas mucho más elevadas, impidiéndoles invertir en educación, atención sanitaria, proteger el medio ambiente y reducir desigualdades.
Los países en desarrollo más pobres destinan en promedio 14% de sus ingresos a los intereses de deuda, y muchos se ven obligados a reducir sus presupuestos para educación, infraestructuras y gastos como resultado de la pandemia, explicó el informe. Las naciones ricas desarrolladas solo pagan el 3,5%.
La guerra en Ucrania agravará esos problemas, apuntó el reporte, y elevará el precio de la energía y las materias primas, además de causar nuevas interrupciones en la cadena de suministro, incrementar la inflación, reducir el crecimiento e incrementar la volatilidad de los mercados financieros.
El informe fue elaborado por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU en colaboración con más de 60 organizaciones internacionales, incluyendo las del organismo e instituciones financieras internacionales.
Cifras de la ONU señalan que 812 millones de personas vivían en la pobreza extrema con 1,90 dólares al día o menos en 2019, pero en 2021, y en plena pandemia, la cifra subió a 889 millones. El reporte abordó el financiamiento para conseguir los objetivos de desarrollo de la ONU para 2030, que incluyen acabar con la pobreza, garantizar educación de calidad a todos los jóvenes y lograr la igualdad de género.
La vicesecretaria general de la entidad, Amina Mohammed, dijo en conferencia de prensa que este esfuerzo “llega en un momento crítico para la humanidad y se suma a las crisis derivadas de los ataques climáticos a nuestros sistemas naturales y de la prolongada pandemia del COVID-19”, a lo que se suma el impacto global de la guerra en Ucrania.
Mohammed apunta que un análisis de la ONU indica que “1.700 millones de personas se enfrentan a un aumento del precio de los alimentos, la energía y los fertilizantes como resultado de la guerra en Ucrania".
Según Mohammed “sería una tragedia” que las naciones ricas donantes incrementasen el gasto militar como resultado de la guerra y recortasen la ayuda a los países en desarrollo y redujesen los esfuerzos para abordar la crisis climática.
Las recomendaciones del informe incluyen acelerar el alivio de la deuda y aumentar la elegibilidad para países de renta media muy endeudados, alinear el sistema fiscal internacional para abordar asuntos como la desigualdad en la disponibilidad de las vacunas contra el coronavirus y el acceso a productos médicos, acelerar la inversión en energías sostenibles y mejorar el intercambio de información.
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