Para Nikolai Patrushev, quien funge como consejero del presidente ruso, Vladimir Putin, el futuro de Ucrania es que no tiene futuro, porque advierte que ese país "dejará de existir por completo", al tiempo que excluye a los países europeos de las discusiones sobre el territorio ucraniaano.
Este halcón expansionista ruso señala que las negociaciones sobre Ucrania deberían ser un asunto exclusivo de Rusia y Estados Unidos, por lo que salen sobrando “Londres o Bruselas", en alusión en el segundo caso a los 27 países de la Unión Europea.
Patrushev, quien ha trabajado con Putin desde sus inicios dentro del servicio soviético de espionaje conocido como KGB, es quizás el hombre de más confianza del dirigente ruso, y en su mente expansionista, descarta las demandas de Kiev sobre la recuperación de los territorios tomados por el ejército ruso y señala que eso, "ni siquiera se discute", ya que el mundo debe reconocer "la entrada en Rusia" en las regiones de Jersón, Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Crimea.
En entrevista para el diario Komsomólskaya Pravda. Patrushev asegura que esos territorios "son parte integral de nuestro país", basándose en leyes rusas" y en el "resultado de la expresión popular de los ciudadanos", de acuerdo con los manipulados referéndums de anexión realizados en septiembre de 2022.
Ante la posibilidad de una negociación sobre Ucrania, Patrushev insiste en que solo Estados Unidos y Rusia están capacitados para sentarse en la mesa, ya que la Unión Europea "hace tiempo que no tiene derecho a hablar en nombre de muchos de sus miembros", señalando como prueba de eso que países como Hungría, Eslovaquia, Austria y Rumanía, "están interesados en la estabilidad de Europa" y "adoptan una posición equilibrada hacia Rusia".
Patrushev también amenazó a Moldavia, advirtiéndole que su "agresiva política antirrusa" puede desembocar en que "pase a formar parte de otro Estado o deje de existir por completo", en otra muestra clara del expansionismo ruso.
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