El gobierno de Arabia Saudita congeló de plano cualquier posibilidad de tener relaciones diplomáticas con el estado de Israel, en tanto no se materialice la creación de un Estado palestino con capital en Jerusalén Este.
En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino indica que "Arabia Saudita continuará con sus incansables esfuerzos por establecer un Estado palestino independiente con capital en Jerusalén Este, y no establecerá relaciones diplomáticas con Israel sin ello".
Asimismo reiteró su "rechazo inequívoco" a cualquier violación de los derechos legítimos del pueblo palestino, sea por la política judía de asentamientos de colonos, anexión territorial o intentos de desplazar a los palestinos de su tierra.
Esto ocurre luego de que el presidente convicto de Estados Unidos, Donald Trump, ha insinuado varias veces como sucedió el martes, que los palestinos de la Franja de Gaza se vayan del destruido enclave al que calificó como "un sitio de demolición", y se trasladen a los países vecinos de Egipto y Jordania durante el proceso de reconstrucción.
Según el republicano, ese reasentamiento de buena parte de la población de Gaza, de 2,3 millones de habitantes, podría ser temporal o de largo plazo, iniciativa a la cual ya se manifestó ven contra el mundo árabe.
Egipto, Jordania, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Catar, la Autoridad Nacional Palestina y la Liga Árabe emitieron una declaración conjunta en la que rechazaban cualquier plan de trasladar a los palestinos de sus territorios en Gaza y Cisjordania
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