Isabel Vargas Lizano es uno de los emblemas históricos de la canción en América latina. conocida como Chavela Vargas, nacida en San Joaquín de Flores, Costa Rica, el 17 de abril de 1919, y hoy la recordamos en el aniversario número 10 de su muerte, el 5 de agosto de 2012 en la ciudad mexicana de Cuernavaca.
Fue bautizada en la basílica de Guadalupe el 15 de julio de 1919 con el nombre María Isabel Anita Carmen de Jesús y su infancia fue difícil al divorciarse sus padres, dejándola al cuidado de unos tíos, época de su vida en la que yuvo que hacer frente a la poliomelitis.
Incursionó en la canción ranchera con un peculiar estilo de interpretar en una cultura machista, donde Chavela cantaba este tipo de canciones con apenas una guitarra y su voz, emulando la forma de cantar de un hombre ebrio. Vestía como hombre, fumaba, bebía mucho, llevaba pistola y era reconocida por su gabán rojo.
Se trasladó a México y a los t 30 años de edad y se hizo cantante profesional, apadrinada por José Alfredo Jiménez, de quien era compañera de parrandas. A finales de los años 50 empezó a hacerse conocida gracias a sus actuaciones en Acapulco, en la sala Champagne Room del restaurante La Perla, en especial, en la fiesta nupcial de Elizabeth Taylor y Michael Todd a la que acudieron famosos como Cantinflas, Debbie Reynolds y su entonces marido Eddie Fisher.
En aquella época Chavela conoció a Ava Gardner, Rock Hudson y Grace Kelly, fue amiga de Diego Rivera y Frida Kahlo y trató con Picasso, Neruda, Carlos Fuentes, Monsivais, Juan Rulfo, López Michelsen, Agustín Lara, y Gabriel García Márquez, con quien cenaba una vez al año. En el mundo de la música fue cercana a José Alfredo Jiménez, Agustín Lara, Tomás Mendez, Álvaro Carrillo, Cuco Sánchez, Facundo Cabral, Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat, Juan Gabriel, María Dolores Pradera y Lila Downs, entre otros.
Su primer álbum fue publicado en 1961, pero los problemas derivados de su consumo de alcohol la llevaron a retirarse a finales de los años 70. Gracias a un encuentro casual con el director de cine, Pedro Almodóvar empezó a superar sus problemas y regresó a la escena a principios de los años 90, no volviendo a beber en sus últimos 20 años de vida.
Chavela vivió parte de su fama en su segunda etapa de actividad artística, incursionando en el cine con cierto éxito como cantante o como actriz. Werner Herzog la incluyó, en el papel de nativa, en Grito de piedra (1991), y Almodóvar incluyó canciones suyas en filmes, como Tacones lejanos, además de triunfar con la canción de Agustín Lara "Piensa en mí" en la voz de Luz Casal, y aparecer en la película de Julie Taymor, Frida, cantando una versión del popular son istmeño "La llorona" y de la canción ranchera de Tomás Méndez "Paloma negra.
Su éxito en España en los años 90 gracias al apoyo de Almodóvar, le permitió actuar en el Teatro Olympia de París, a donde acudieron a verla Almodóvar y la actriz francesa Jeanne Moreau, quien no sabía hablar español pero le dijo a Almodóvar: «No hace falta que me traduzcas lo que canta, porque la entiendo perfectamente».
A mediados de 2001, ofreció un concierto en el Zócalo de la Ciudad de México y ese año publicó su libro "Y si quieren saber de mi pasado..." que recopilaba relatos autobiográficos de la cantante desde un aspecto más íntimo, y que se convirtió en éxito de ventas.
En 2004, a la edad de 85 años, presentó el disco En Carnegie Hall, grabado durante su única actuación en el escenario neoyorquino. Ese año se presentó en el Luna Park de Argentina, donde el costo de la entrada era un libro que debía ser donado para una biblioteca pública de ese país.
Sus últimos años los vivió en Tepoztlán. Durante 2009, con motivo de su cumpleaños 90, el Gobierno de la Ciudad de México le rindió homenaje nombrándola Ciudadana distinguida. Todavía en abril de 2010, a los 91 años de edad, Chavela Vargas presentó su material discográfico: Por mi culpa, incluyendo dúos con sus grandes amigos: Eugenia León, Lila Downs, Joaquín Sabina, La Negra Chagra y Mario Ávila.
En abril de 2012, a los 93 años de edad, lanzó su disco-libro Luna grande, donde revivió relevantes poemas del escritor español Federico García Lorca y en julio de 2012 viajó a España para presentar su último disco en un recital en la Residencia de Estudiantes de Madrid.
El 30 de julio de 2012 fue internada en el hospital Inovamed de Cuernavaca, con problemas crónicos en corazón, pulmones y riñones, y no quiso ser entubada. El 5 de agosto se dio a conocer su fallecimiento.
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