Reportes de los equipos humanitarios de la ONU dan cuenta de al menos 500 personas que siguen desaparecidas tras el terremoto del pasado sábado en Afganistán: el potente terremoto de 6,3 que sacudió la provincia de Herat, en el oeste del país, fue seguido de una serie de réplicas, entre ellas una de magnitud 5,1 el martes que empeoró la situación.
Este miércoles, otro movimiento telúrico de 6.3 dejó un saldo de 153 heridos. Tuvo lugar en el noroeste de Herat, en el distrito de Kushk y seguido por réplicas de 5; 4,1 y 4,5, de acuerdo a los registros del Servicio Geológico de los Estados Unidos. Los habitantes de la ciudad abandonaron de inmediato las viviendas en las zonas residenciales para quedarse en las calles, por temor a otra catástrofe como la del sábado
El portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios, Jens Laerke, señaló que “los trabajos de búsqueda y rescate continuaron con el apoyo de socios internacionales. Los agentes humanitarios están coordinando la prestación de ayuda con las autoridades de facto competentes.
El epicentro del terremoto, el distrito de Zindajan, fue la zona más afectada, y se sigue dando una cifra de 2 mil 400 muertos, mil 700 heridos y 500 personas desaparecidas. Los equipos en el terreno confirman que el 100% de las viviendas en esa área han quedado destruidas”, aseguró. Laerke quien explicó que las necesidades más urgentes incluyen refugios de emergencia, artículos no alimentarios, agua y letrinas, alimentos y servicios protección, sobre todo para los niños
Los supervivientes de los terremotos de Afganistán necesitan alojamiento temporal para protegerse del frío, ya que las temperaturas caen hasta casi el punto de congelación por la noche en algunas zonas. Según los gobernantes talibanes, unas 2 mil casas han quedado destruidas tras los sismos del sábado la parte occidental del país.
Las autoridades meteorológicas locales afirman que en algunas de las zonas afectadas se han registrado temperaturas cercanas a los cero grados centígrados por la noche durante los últimos días y advierten que se espera que haga aún más frío, y que el termómetro posiblemente marque menos de 10 grados bajo cero en invierno.
Muchos supervivientes de las zonas afectadas por la catástrofe viven en tiendas de campaña proporcionadas por organizaciones internacionales, pero tienen dificultades para dormir en ellas con un frío cada vez más intenso, por lo que varias personas buscaron mantas en sus casas derrumbadas.
Comentarios